Querida lectora,
En los próximos días acabaremos de conocer a fondo a algunos vegetales que crecen bajo tierra para terminar con este ciclo mensual dedicado a este grupo de alimentos. Hoy vamos a dar el lugar que merece a un tubérculo que a veces en dado de lado en la cocina por ver en él un enemigo en lugar de un aliado. Te hablo de la patata que es mucho más que un acompañamiento para la comida basura y el fast food.
La patata, originaria de América del Sur, ha sido un alimento básico en la dieta global desde que fue llevada a Europa por los exploradores. Este tubérculo, perteneciente a la familia de las solanáceas, se ha diversificado en diversas variedades, cada una con características únicas.
Historia y orígenes
La patata (Solanum tuberosum) fue cultivada por primera vez en los Andes por los incas, mucho antes de la llegada de Colón a América. Luego, fue llevada a Europa, donde se convirtió en un elemento fundamental en la alimentación de muchas naciones.
Variedades de patatas
Existen miles de variedades de patatas en todo el mundo, cada una con texturas, sabores y colores distintivos. Desde la clásica patata blanca hasta la violeta y la dulce, la variedad de opciones permite su incorporación en una amplia gama de platos.
Perfil nutricional
Las patatas son ricas en carbohidratos, especialmente almidón, pero también contienen vitaminas y minerales esenciales como la vitamina C, potasio y vitamina B6. Sin embargo, es importante considerar cómo se cocinan para maximizar su valor nutricional.
Conservación y preparación
Para conservar las patatas adecuadamente, es recomendable almacenarlas en un lugar fresco y oscuro. Antes de cocinarlas, se deben lavar bien bajo agua corriente para eliminar los restos de tierra y la suciedad. Además, es posible aprovechar su versatilidad culinaria al hervirlas, asarlas, freírlas o incluso hornearlas.
Salud y consumo
Para una opción más saludable, te recomiendo cocinar las patatas con su piel, ya que es rica en fibra. Y justo detrás de esta se encuentra su mayor concentración en aminoácidos y otros nutrientes interesantes que perderás si la pelas. También te recomiendo evitar métodos de cocción que le agreguen grasas innecesarias. Las patatas también pueden ser parte de una dieta prebiótica.
Al enfriar las patatas, se produce una transformación del almidón presente en ellas en almidón resistente. El almidón resistente es un tipo de carbohidrato que actúa como fibra no digerible en el intestino, y puede tener beneficios prebióticos al promover el crecimiento de bacterias saludables en el colon.
Para maximizar la producción de almidón resistente y convertir las patatas en una opción prebiótica, sigue estos pasos:
Cocción y enfriamiento: Cocina las patatas, preferiblemente al vapor o hervidas, y luego permite que se enfríen. El proceso de enfriamiento posterior a la cocción es crucial para la formación de almidón resistente.
Refrigeración prolongada: Almacena las patatas cocidas en el refrigerador durante al menos 24 horas antes de consumirlas. Este período de refrigeración prolongada aumentará la cantidad de almidón resistente presente en las patatas.
Consumo: Después de este proceso, puedes consumir las patatas en ensaladas, guarniciones o incluso como parte de platos principales, creando con ellas una deliciosa ensalada, cortándolas en cubos y añadiendo pimiento verde, tomate, garbanzos, atún o huevo como fuentes de proteína y unos pepinillos o alcaparras. Finalmente sazona con sal marina, pimienta negra recién molida, aove y vinagre de manzana sin filtrar. ¡Ahora sí que tenemos un plato principal completo o un buen acompañamiento saludable y delicioso!
Al convertir las patatas en una fuente de almidón resistente mediante el enfriamiento, estás potencialmente favoreciendo el desarrollo de bacterias beneficiosas en tu tracto digestivo. Esto contribuye a la salud intestinal al alimentar las bacterias probióticas presentes en el colon.
Consejos y trucos
- Para potenciar su sabor, sazona las patatas antes de cocinarlas con hierbas y especias.
- Al asar patatas, córtalas en trozos uniformes para garantizar una cocción pareja.
- Prueba diferentes tipos de patatas para descubrir tus favoritas en diversas elaboraciones.
En conclusión, la patata es un alimento versátil que ha dejado una huella duradera en la historia culinaria mundial. Desde su descubrimiento en los Andes hasta su presencia en platos modernos, la patata continúa siendo un componente esencial en la cocina de diversas culturas. No tiene ningún sentido alejarla de nuestras cocinas porque asociemos patata, a fritura. La puedes cocinar de muchas maneras en las que resultará un ingrediente muy nutritivo.
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Virginia Quetglas
Diplomada en Naturopatía, Creadora de la escuela El Rincón de Nana y de los Cursos “Cocina Consciente” y “Mujer Consciente”
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Mi mejor manera de comer patata es hervida y enfriada 24h es un básico en mi nevera, cada semana hago, porque sirve para muchos platos, pero mi favorito el hervido de patatas, zanahoria, judías verdes y huevo, me gustan los platos fáciles jeje
Entonces tu y yo nos llevaríamos muy bien porque ese es el plato estrella en casa y yo, aunque me dedique a dar clases de cocina, donde tengo que aportar creatividad y mucha variedad, lo que realmente me gusta es disfrutar del ayuno y la cocina más sencilla posible. Cómo son las cosas, ¿verdad?