Verduras y hortalizas de temporada en enero

Queridas lectora,

En enero, inmersa en el invierno, la generosidad con platos calientes se vuelve crucial, como algunas mujeres somos capaces de percibir de forma natural. Cuidar del sistema inmunitario es esencial, especialmente según la medicina tradicional china, que destaca la importancia de los riñones y la vejiga y por ello este mes descubriremos un coctel ideal para cuidar de nuestro sistema inmune y, también depuraremos nuestros riñones y volveremos a darle un repaso a la resistente celulitis. Pero todo ello será en próximos artículos de este blog. Ahora centrémonos en lo que nos atañe este mes que favorece el consumo de raíces, y hojas verdes, alimentos proporcionados por la naturaleza en esta temporada y destacados en el calendario de enero. ¿Preparada para empezar un año más con el consumo responsable de alimentos de temporada? ¡Vamos a ello!

El comienzo del año nos brinda la oportunidad de explorar una variedad excepcional de raíces y hojas verdes, destacando las hojas de ensalada amargas como la achicoria, endibia y escarola, junto con una amplia gama de verduras de hoja. En este enero, el calendario de temporada nos regala la presencia de acelgas, borrajas, coles, cardos, espinacas y grelos, entre otros tesoros naturales.

No podemos pasar por alto los ingredientes esenciales para preparar reconfortantes cremas y caldos durante los días fríos. Desde apio hasta calabaza, pasando por nabos, chirivía, puerros, cebollas, coles, remolacha y la siempre deliciosa alcachofa, cuyo disfrute se extiende hasta la llegada de la primavera.

Las ensaladas, por su parte, se enriquecen con las hojas más amargas y se complementan con lechugas de invierno. Incorporamos toques frescos con berros, canónigos, hinojo y el aporte vitamínico de la zanahoria. Algunos de estos alimentos comienzan su temporada en enero, mientras que otros la iniciaron en meses anteriores, pero todos alcanzan su momento óptimo. Estas hortalizas y verduras de temporada no solo satisfacen nuestro paladar, sino que también son la clave para mantenernos saludables en los meses invernales.

Cebolla

La cebolla, omnipresente en la huerta durante todo el año, despliega sus distintivas variedades en diferentes estaciones, siendo el invierno su época esencial.

Su abundancia en flavonoides y compuestos azufrados la convierte en una aliada poderosa, especialmente valiosa para prevenir y mejorar las infecciones respiratorias tan comunes en esta temporada invernal.

La cebolla, reconocida no solo por su sabor versátil sino también por sus beneficios, se considera beneficiosa para la circulación, el colesterol y el azúcar sanguíneo. Además, desempeña un papel crucial en la prevención del cáncer y las infecciones digestivas.

A la hora de disfrutarla, conviene aprovechar las capas externas, donde se concentran flavonoides como la quercitina, añadiendo así un toque saludable y sabroso a tus platos invernales.

Petsai

A pesar de su semejanza con las lechugas romanas, la petsai, también denominada col china o col de Beijing, pertenece a la familia de las crucíferas. Esta distinción no solo aporta una apariencia única, sino que también confiere a la petsai propiedades nutritivas y terapéuticas significativamente más abundantes que muchas lechugas, con la que podrías sustituir a estas últimas sin que los comensales se den ni cuenta. Por lo que si en casa os cuesta comer coles en crudo, ya sabes quien será a partir de ahora tu nueva aliada en las ensaladas.

Las hojas de esta col crecen de manera acogollada, lo que hace que, también puedas usarlas como barquitas para servir con deliciosos rellenos, sustituyendo al no tan saludable pan y haciendo que tu emplatado invite a comer disfrutando de todos los beneficios de esta maravillosa col, muy suave de sabor y muy interesante también por su textura crujiente.

Ajo

El ajo se erige como un invaluable aliado para la salud invernal, disponible en el mercado durante todo el año gracias a la campaña de recolección que comienza en verano. Aunque las cabezas se sequen y almacenen, sus propiedades se mantienen intactas.

Su efecto antibiótico lo convierte en un guardián eficaz contra las infecciones invernales. La alicina, un compuesto azufrado liberado al cortar o machacar el ajo, actúa como antimicrobiano y estimula el sistema inmunitario.

Además, el ajo aporta inulina, una fibra que favorece el crecimiento y la actividad de las bifidobacterias intestinales, fortaleciendo la barrera contra microorganismos potencialmente tóxicos.

La forma más efectiva de aprovechar sus beneficios es consumirlo en crudo. Pícalo en ensaladas, añádelo a tus verduras aliñadas o incorpóralo a mayonesas o veganesas. Si optas por cocinarlo, pica o machaca el ajo unos diez minutos antes para permitir la liberación de la alicina, asegurando así su resistencia al calor. Un toque saludable y delicioso para tus platos invernales.

Radicchio

El radicchio, también conocido como achicoria roja, es la elegante pariente italiana de las escarolas y endibias, que nos permite agregar un toque distintivo a nuestras ensaladas de invierno.

Además de aportar una vibrante pincelada de color, la achicoria roja ofrece un delicioso contraste amargo que realza la experiencia de otras hortalizas más dulces. Su armonía se hace evidente al combinarla con frutas de la estación, como manzanas y naranjas.

El tono morado de sus hojas no solo aporta un atractivo visual, sino que también revela la presencia de antioxidantes como las antocianinas, de las que ya hablamos en nuestra última clase. El sabor amargo, característico de esta joya culinaria, proviene de la intibina e inulina, polisacáridos con efecto prebiótico que no solo añaden sabor, sino que también aligeran la carga del hígado y cuidan de nuestra microbiota.

Si te animas a llevar la achicoria a la sartén, podrás incorporarla en tus salteados. Una forma interesante de consumir hortalizas que normalmente usamos en crudo y en platos fríos como ensaladas, en platos calientes y cocinados que son los que más nos apetecen en esta época del año y de esta manera dejamos de renunciar a estos tesoros. Eso sí, si es posible no la cocines demasiado. Además cocinada, pierde parte de su amargor, convirtiéndose en una opción más apetitosa para todos los paladares. Un deleite versátil que no solo cautiva visualmente, sino que también eleva el sabor de nuestros platos invernales.

Coles de Bruselas

Las coles de Bruselas, en su apogeo a principios de año, son auténticas joyas saludables que rivalizan con el aclamado brócoli, ya que comparten una cantidad similar de glucosinolatos, precursores de isotiocianatos con propiedades anticancerígenas y desintoxicantes

En el marco de una dieta preventiva del cáncer, se recomienda consumir diariamente 100 g de coles de Bruselas u otras crucíferas. Sin embargo, es crucial evitar una cocción excesiva, ya que podría disminuir sus beneficios saludables y generar un olor desagradable para algunos.

Una sugerencia para resaltar sus propiedades es cortarlas en mitades y prepararlas al vapor durante unos 5 minutos. Además, puedes realzar su sabor condimentándolas con mostaza, potenciando así sus efectos saludables y acompañándolas con granos de granada, que ya sabes si eres alumna del Curso Mujer Consciente porque lo he comentado varias veces en clase, que es mi forma favorita de consumirlas después de darles un toque de horno. Unos pequeños toques culinarios que multiplican los beneficios de estas diminutas esferas saludables.

Chirivía

La chirivía, que ye te adelanto que es mi raíz favorita con diferencia, antaño fue empleada en Europa para endulzar mermeladas y pasteles, ha encontrado su lugar destacado en la cocina contemporánea, siendo un componente esencial en caldos y capaz de reemplazar a la zanahoria en diversas recetas. Su sabor alcanza su máxima expresión tras las heladas invernales, convirtiendo este mes y los siguientes en los ideales para apreciar toda su dulzura.

Ya sea asada y sazonada al gusto, como parte de elaborados caldos o incluso rayada en crudo para enriquecer nuestras ensaladas, la chirivía no solo deleita con su perfume y sabor tan especiales, sino que también aporta beneficios a la salud cardiovascular gracias a su combinación de fibra, potasio y ácido fólico. Además, es una fuente rica en vitaminas, incluyendo B1, B5, C y E, brindando una opción versátil y nutritiva para enriquecer tus platos invernales.

Grelos

Los grelos, joya invernal arraigada en la cocina gallega más tradicional, se prestan tanto como guarnición o triturados con otras verduras para deleitarnos en forma de crema.

Provenientes de las hojas de la planta del nabo, las primeras ramitas, conocidas como nabizas, pueden disfrutarse en otoño, o se puede esperar hasta el periodo justo antes de la floración para saborear los grelos más crecidos pero aún tiernos. Su nombre en gallego, «grelar,» que significa «florecer,» cobra vida con la llegada del nuevo año, extendiéndose su disfrute hasta bien entrado marzo.

Además de su exquisitez, los grelos son una fuente nutricional extraordinaria. Destacan por su abundancia en betacaroteno o provitamina A, cuya asimilación se potencia con la cocción, cubriendo las necesidades diarias con tan solo 100 g.

Asimismo, estos versátiles vegetales aportan generosas dosis de ácido fólico, vitamina C, hierro y calcio, contribuyendo no solo a un festín culinario, sino también a la salud y vitalidad en esta temporada invernal.

Habas tiernas

Únicamente durante el invierno y la primavera, podemos deleitarnos con estas legumbres que nos permiten disfrutarlas incluso con su suculenta vaina.

Su contenido elevado de agua y menor presencia de almidón en comparación con las habas secas las convierte en una opción más digestiva y ligera. Aunque poseen ligeramente menos proteínas y fibra, son una rica fuente de fósforo, hierro y vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico.

Para mantener un estado de ánimo óptimo durante el invierno y la primavera, las habas tiernas pueden ser un valioso complemento en tu menú, ya que contienen levodopa o L-dopa, una sustancia que el cuerpo utiliza para producir dopamina.

Una vez cocidas, su sabor se potencia con una simple combinación de aceite y hierbabuena o ajedrea, ofreciendo una experiencia culinaria deliciosa y nutritiva.

Así concluimos nuestro recorrido por algunas verduras y hortalizas de temporada para el mes de enero. Desde ajos y cebollas, pasando por coles y hojas amargas, hasta dulces chirivías y legumbres como las habas. Mañana continuaremos nuestro viaje culinario al adentrarnos en el fascinante mundo de las frutas de temporada para el mes de enero.

¡Espero que disfrutéis de las verduras y hortalizas de temporada de enero!

Por favor, deja en los comentarios tus aportaciones y dudas, si las tienes, y será un placer responderte. Y como siempre, espero que compartas conmigo tus fotos y vídeos comprando, usando o consumiendo las verduras y hortalizas de temporada del mes de enero, ya que pueden ser muy útiles para otras mujeres a las que les cueste o para posibles nuevas compañeras que se animen a unirse a este bonito camino que nos ha unido a nosotras, y con ellas también sigamos creciendo juntas en este viaje hacia una vida más consciente y saludable. Sube tus fotos y vídeos a Instagram con el hashtag #mujerconsciente y etiquétame @virgniaquetglas para que pueda compartirlos en mi perfil. ¡Muchísimas gracias!

¡Qué la Salud te acompañe!

Virginia Quetglas
Naturópata y Profesora del Curso “Mujer Consciente”

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