Querida lectora,
El sábado fue un día muy especial porque pude encontrarme con mis alumnas en un espacio fantástico para hacer una de las cosas que más nos gusta hacer juntas, cocinar. Pero nuestros encuentros van más allá de la cocina porque cuando unes a mujeres conscientes de sus necesidades, con ganas de aprender y compartir, sucede algo precioso. Y en este último año, me he dado cuenta de que eso es lo que llevo haciendo ya 9 años y a lo que me quiero dedicar más plenamente aún si cabe, en el próximo curso 2024-25. De hecho ya no tiene sentido llamarlo “curso”. A partir de la próxima convocatoria quiero hablar de encuentros y de mujeres conscientes, en lugar de alumnas. Y es que como te contaba, el sábado corroboré que es una gran idea, porque pude ver como recorrer nuevos espacios y salir de nuestras zonas de confort es mucho más edificante. Te voy a contar lo que pasó y si estuviste presente y te apetece, podrías dejar un comentario al finalizar la lectura para saber cómo fue para ti la experiencia, cómo puedo mejorarla en próximos encuentros, y cualquier detalle que pueda ser bonito recordar, o sea constructivo. ¡Gracias de antemano! Y si no estuviste, permítete dejar todas las dudas o comentarios que desees.
A las 7:00 de la mañana me levanté muy ilusionada para asearme, vestirme y cargar en el coche de mi marido, Pedro, el material que había preparado para el encuentro que básicamente eran alimentos de mi huerto, ingredientes de mi despensa y menaje de cocina. Pedro, siempre me suele acompañar en casi todas mis aventuras y esta no podía ser menos. Además se encarga de algo muy bonito que es registrar momentos en foto y en vídeo que nos permiten recordar algunos momentos especiales y compartirlos con las asistentes y mis seguidoras, a través de este blog y de mis redes sociales.
Nos pusimos en camino hacia Palma para recoger a Neus, la propietaria de Santiveri, que tiene su puesto en el Mercado del Olivar y gracias a ella pude hacer realidad mi sueño de cocinar en la sala con más encanto para mí, de este maravilloso mercado. Recogimos a Neus y nos plantamos en el parking del mercado con 2 carros llenos de material, incluidas las cámaras, trípodes y otros enseres de Pedro. Ya dentro de la sala nos pusimos a limpiar, ordenar y colocar todo lo que habíamos transportado en su sitio, para tener todo listo en cuanto las asistentes llegaran. Aunque habíamos quedado delante del supermercado que hay en la planta superior junto a la sala, mis queridísimas participantes, empezaron a hacer uso de la confianza que nos tenemos para ir apareciendo dentro de la sala y Xisca, que lleva ya he perdido la cuenta de años, haciendo mis cursos sin perderse ni uno, como siempre tan generosa, organizada y colaboradora, se encargó de recibir al resto de asistentes. Y es que este sábado no solo estaban invitadas las mujeres que están inscritas en el Curso Mujer Consciente presencial, sino que quise hacer extensible la ocasión a las que están inscritas en la modalidad online y a otras personas, fueran mujeres o hombres, que sin estar inscritos quisieran aprovechar la oportunidad. En total 15 asistentes, a parte de Neus, Pedro y una servidora.
Di comienzo al encuentro, una vez dadas las gracias por su confianza y presentada la mecánica del encuentro, en el que se hicieron 3 equipos de 5 asistentes con 4 recetas por equipo, animándolos a acompañarme en la compra de los ingredientes frescos que suelo hacer sola habitualmente. Y allá que nos fuimos.
¡Qué privilegiada me sientía! Estábamos en el Mercado del Olivar, en el corazón de Palma de Mallorca, en un encuentro en el que yo era, como de costumbre, la promotora de la cocina saludable y consciente, acompañada por un grupo de personas apasionadas por la gastronomía y los alimentos frescos y naturales. En este artículo, quiero contarte todos los detalles de esa experiencia única y animarte a unirte a esta nueva tendencia que a partir de ahora voy a promover; los encuentros entre mujeres conscientes para practicar la vida saludable juntas.
Por si no lo sabes, el Mercado del Olivar es uno de los lugares más emblemáticos de Palma de Mallorca, donde se pueden encontrar una gran variedad de productos frescos y de alta calidad. Desde frutas y verduras de temporada hasta pescado y marisco recién llegado del mar. Este mercado es el lugar ideal para los amantes de la buena comida y la cocina. En él existe una gran oferta, y para este encuentro seleccioné las siguientes paradas para hacer nuestras compras:
En primer lugar, nos dirigimos a Va de Bio, un puesto del mercado donde todo lo que ofrecen tiene su sello certificado ecológico porque para las mujeres que confían en mí, siempre quiero lo mejor.
Como aún nos faltaban algunos ingredientes, nos acercamos a S’Heura, grandes profesionales del mercado que siempre tienen una gran variedad de alimentos frescos difíciles de conseguir como determinadas aromáticas, vegetales baby, todo tipo de hojas verdes, flores comestibles y mucho más, además de frutas y verduras.
Después fuimos a Cati Xis , a comprar escamas de coco y almendras, a Aceitunera Balear a por unas aceitunas de Kalamata y terminamos nuestro recorrido en Santiveri Palma, donde Neus, que por cierto también es alumna de esta edición del Curso Mujer Consciente, nos había preparado la lista de la compra que yo le había pasado unos días antes con harina de garbanzo, levadura nutricional, cacao, etc. y que además nos agasajó con una bolsa llena de infusiones, galletas, tostadas, crema de cacao y chocolates para el desayuno y donde también había un detallazo de las chicas de Pasen & Vegan, a las que no pudimos visitar porque estaban fuera del Mercado, trabajando en un evento pero que aún sabiendo que no estarían se molestaron en regalarnos una gran porción de su deliciosa “Sobrangana”, una espectacular sobrasada vegana que hizo las delicias de todos los asistentes. Desde aquí, una vez más gracias a Neus y al equipo de Pasen & Vegan por su generosidad.
Y con todas las compras hechas, subimos a la sala a comenzar con el cocinado, cumpliendo con una de las claves de una alimentación saludable, que es cocinar con productos locales y de temporada. Allí, Cristina P, una de esas mujeres que ya lleva tanto tiempo confiando en mí que siento más amiga que alumna o clienta y que nos dio la bonita noticia de que se casa en unos meses que tanto me emociono porque le deseo lo mejor y se merece ser muy feliz, se puso manos a la obra para preparar unas deliciosas Supremas de pomelo que aunque es una receta bastante sencilla, tiene su cosita entretenida en el conseguir extraer las supremas de los cítricos sin que queden pieles ni se rompan y que completó a la perfección. En su equipo también estaban Tania y Javi, que nunca habían asistido a ninguna de mis actividades y que elaboraron la Crema de brócoli, que aunque por el nombre os pueda parecer un plato no muy llamativo, fue un existazo por el toque gourmet que Tania le dió gracias a un “puntito” extra en las especias. Y por cierto, quiero aprovechar para agradecer a Javi el currazo que se pegó ayudando a mantener el menaje limpio y colaborando activamente en el desarrollo del encuentro. Así da gusto invitarte a hombres de vez en cuando. Del Ragú de coliflor que servimos con trigo sarraceno, se hicieron cargo María y su madre que vino acompañándola, Bel. Y es que Bel es cocinera y de esas excelentes cocineras de tradición y buen hacer. ¿Os imagináis el regalazo que fue para mí que adoro la gastronomía, el buen comer y los conocimientos que mujeres como Bel nos transmiten, tener su compañía toda la mañana de este sábado tan especial?
El primero equipo se completó con Rosa, alumna que he tenido este año por primera vez, y esposa de uno de mis alumnos de Naturopatía, Miguel que fue el que le recomendó a su mujer que se apuntara a mis cursos, y del que guardo muy buenos recuerdos porque fue un alumno sobresaliente, y es que sin duda los dos son una pareja excepcional, de esas personas buena y sanas, con una sonrisa y una mirada transparentes que tanto me gustan. Rosa, que también siempre está dispuesta a ayudar en todo, preparó la Ensalada de lentejas, que tengo que decir que para mí, que cuando todos se marcharon aproveché para comer algo antes de cargar con todo el equipo para casa, fue mi receta favorita. Y es que aunque a algunos les parezca increíble, desde que guardo uso de razón adoro las lentejas. Además la rúcula le daba un toque fresco, crujiente y picante ideal, y el aliño quedó muy sabroso y equilibrado. Un plato sencillo, saludable, rápido de elaborar y delicioso de esos que resumen mi cocina. Pues ya ves, un grupo de 10 con un cocinado de 10. ¡Gracias chicos!
El segundo equipo al que denominamos B, estaba compuesto por Xisca, esa alumna de la que te hablada al principio que lleva tanto tiempo conmigo y a la que quiero tanto que me cuesta llamar alumna porque lo que me sale es amiga. Y es que Xisca es muy especial, es tan generosa y sacrificada, que a veces se olvida de cuidar de ella misma. La verdad es que como a Cristina las quiero muchísimo. Y al igual que le pasa a Cristina que ya le ha ganado la batalla a la necesidad de hacerlo todo perfecto, Xisca también es una de esas perfeccionistas que tanto me recuerda que yo también debo aflojar en ese sentido, siguiendo los pasos de Cris. Pero esa es otra historia, que te comparto para que entiendas que estos encuentros van más allá de mujeres que cocinan juntas o que aprenden sobre Naturopatía y buenos hábitos. Esto va de mujeres que comparten, que aprenden, que abrazan nuevas enseñanzas y dejan ir practicas que las debilitan. Va de una bonita tribu de mujeres que aprenden a quererse y a respetarse primero a ellas y luego a los que las rodean. Pero sigamos con el cocinado de Xisca, que ahora entenderás que fuera un Hummus de espinacas tan delicioso que transportaba a un nuevo oriente, gracias a la mano que tiene Xisca para hacer suyas mis recetas, elevándolas a otra dimensión.
Otra de las bonitas compañías que tuvimos y que formaba parte de este equipo era el tándem que formaban Sofi, exalumna mía de Naturopatía y actual alumna del Curso Mujer Consciente, en modalidad presencial que se quedó embarazada a principio del mismo y nos hace participes de como su pequeña va creciendo y se convierte en la mujercita consciente más pequeñita de la historia de El Rincón de Nana, que yo recuerde… que vino acompañada por su hermana, Agustina, tan atenta, servicial y acompañada por una dulce sonrisa toda la mañana, a pesar de que yo le pedía que rectificara las recetas, que hiciera más cantidad de calçots, que fuera a comprar vasitos para servir la salsa… ¡Qué bien seleccionaron a sus acompañantes mis queridas chicas! Permitiéndome conocer a más personas agradables y cooperativas. Ellas prepararon las Bolitas de zanahoria y los Calçots con romesco. Aunque creo que este equipo fue el único en el que todas sus asistentes participaban en la elaboración de todas las recetas. Un verdadero equipazo que también estaba compuesto por Carmen a la que todas conocemos como Chiqui, que es como a ella le gusta que la llamen e Irene que ya fue alumna mía de Naturopatía, como Sofi, y ahora quizá si sigues mis directos te sonará su nombre porque me ayuda administrando el chat de Instagram. ¿No es un lujazo rodearse de estas mujeres? Se que te puedo parecer una pesada, pero es de bien nacida ser agradecida. Irene, tenía una formación que se que para ella como profesional era importante y le coincidía con el encuentro, y prefirió posponerla para la próxima edición, para no perderse mi evento. Una mujer que es delicada en todo su hacer, comedida, respetuosa, colaboradora, con mucho conocimiento, generosa, y que aunque nunca alza la voz, nunca pasa desapercibida por todo lo que aporta. Irene, solo puedo decirte ¡gracias! ¡Mil millones de gracias por anteponer una mañana con la “tribu” de mujeres conscientes a tus intereses profesionales! Y no me quiero olvidar de relatar que Chiqui fue alumna mía, casi en los comienzos del El Rincón de Nana y este año cuando lancé las inscripciones y me escribió para decirme que quería volver a compartir un año conmigo me emocionó e ilusionó tanto. Es otra mujer con una sonrisa siempre en la cara, cariñosa, divertida, y dispuesta a ayudar siempre, además de muy creativa.
Este equipo finalizó su cocinado con un mousse al que bauticé como Chocococo y que les hice transformar, una vez finalizaron, con todo tipo de toppings, convirtiéndolo en otra de las elaboraciones estrella de la mañana. ¡Menuda delicia! Gracias chicas por seguir mis consejos con tan buen saber hacer. Estaréis de acuerdo conmigo en que pasamos de tener un postre a un postrazo, al igual que Tania y Javi convirtieron una crema en una delicatessen. Ese es el truco de los buenos cocineros. Hacerse la receta suya dándole un toque personal. Algo que también intento transmitir en mis encuentros.
Vamos a por el tercer y último grupo, formado por Cristina y Jose que vivieron desde Madrid para el encuentro. Y es que Cristina es una de las responsables de que este año yo lanzara el Curso en modalidad online y que siempre le agradeceré. Y Jose su pareja, uno de esos hombres educados, detallistas y colaboradores que tanto admiramos las mujeres conscientes. Cristina deseaba poder unirse a una clase presencial y en cuanto anuncié el encuentro en el Mercado con la posibilidad de venir acompañadas, sabía que ella lo haría con Jose. Los dos aman mi tierra, mi querida roquita, mi amada Mallorca. Así que se organizaron para pasar un fin de semana romántico en la Isla, aprovechando que venían a participar del evento. De hecho mientras escribo deben estar ultimando su recorrido por la Isla y preparándose para volver a la capital. ¡Mil millones de gracias, también a vosotros, por regalarnos vuestra compañía! Jose elaboró el Brócoli asado con labneh que también aproveché para comerme el sobrante al final de clase porque me pirra. Y Cristina, elaboró el Pastel de remolacha, que aunque hubiera querido no habría podido tomar de postre porque literalmente así como salió del honro, ¡voló! Y es que estaba delicioso.
Pero en este tercer equipo había más integrantes, como Joana, otra exalumna de Naturopatía que este año quiso realizar el Curso Mujer Consciente en su modalidad online pero que aunque siendo mami, empresaria y viviendo a muchos kilómetros de distancia de Palma, se animó a acompañarnos el sábado. Y menos mal porque creo que realizó un trabajo excelente para los asistentes pero especialmente para ella. Joana como muchas mujeres que se unen a mí conscientes de sus necesidades, tiene una vida muy ajetreada. Curiosamente le tocó hacer las Soccas, una receta muy sencilla, ya que el relleno, a base de pimientos de colores, zanahoria y cebolla, lo había traído, y muy bien elaborado y especiado, Xisca y para los toppings recibió ayuda de otros participantes que quisieron echarle una mano. Y es que ella se pasó toda la mañana haciendo esta especie de tortitas, y buscando el tamaño ideal para el formato “tapa” que íbamos a precisar en la cata y el grosor idóneo para que no fueran demasiado gruesas pero lo suficientemente consistentes para soportar el resto de ingredientes. No te engaño si te digo que hizo unas 25 hasta que consiguió pillarles el punto. Un auténtico ejercicio de meditación que la ayudó a bajar el ritmo, poner foco y servir 15 deliciosas soccas, que también me encantaron. ¡Enhorabuena Joana por saber cuando parar y disfrutar de una tarea que no fue fácil y sin embargo me llamó la atención como la aceptaste con tanto agradecimiento y consciencia! ¡Bravo!
Y para finalizar, tengo que decir que en este equipo también estaba Carmen J que es otra de esas mujeres que lleva años acompañándome y que siento que ya es mucho más que una clienta, o una alumna. Carmen es una mujer muy fuerte, diría que todas lo son porque detrás de cada una de ellas, o de al menos las que han querido compartir conmigo momentos muy íntimos de sus vidas como Cristina P, Xisca, Chiqui, Joana o Irene, por nombrar a algunas, hay una guerrera. Pero Carmen podría ser la capitana. Es una mujer muy trabajadora y luchadora, también tan generosa… Es que me es difícil describir a cada una de ellas. Porque de algunas como es el caso de Carmen, de Cristina o de Xisca, que son las que llevan más años a mi lado, he podido recibir ayuda personal de primera mano en momentos en los que mi vida ha dado auténticos vuelcos, como cuando estalló la guerra en Ucrania y mi hija Lesia es encontraba atrapada allí o cuando mi madre enfermó gravemente. También fueron un pilar cuando durante la pandemia no lancé el Curso porque la incertidumbre así me hizo sentirlo pero ellas no faltaron ni uno de nuestros sábados al mes, para cocinar juntas. ¡Nunca olvidaré todo lo que habéis compartido conmigo, mis queridas “amigas”! Gracias.
Y llegó el momento de preparar la cata. Y cada uno de los grupos fue colocando en la mesa central de la sala una bandeja con vasitos en los que había pequeñas porciones para degustar cada una de sus elaboraciones. Y todos hicieron por presentarlo bonito y apetecible. Y hasta Chiqui, que ya te he explicado que es una manitas, se puso a elaborar con tapones de corcho unas pequeñas peanas y recortando los títulos de las recetas, terminó de poner la guinda al bufet poniendo el nombre a cada una de las tapas. Y es que los miembros de un equipo no sabían lo que habían estado haciendo los miembros de los otros… Y, la cosa no termina aquí, porque entonces Cristina, la alumna que te he contado que vino desde Madrid, va y nos regala a cada uno de los asistentes un ejemplar de su primera novela y es que Cristina, como yo, es amante de la escritura también. Cada uno de los ejemplares estaba dedicado personalmente y firmado por ella. ¡Toma puntazo, antes de despedirnos! Siento si te parece que mi entrada de hoy es un pastelón pero es que no puedo estar más orgullosa de estas mujeres y sus logros y sentirme privilegiada de que compartan tantas cosas bonitas conmigo. Ellas son parte del éxito de mi trabajo porque hacen que lo que yo organizo acabe por ser impecable.
Y así, en el Mercado del Olivar, las mujeres y, en este caso hombres, que participaron en el encuentro me confirmaron la importancia de vivir experiencias, y que esta supera a la de la acumular conocimientos. Utilizar ingredientes frescos y naturales en nuestras recetas, hizo que cada plato que prepararon estuviera lleno de sabor y nutrientes. Pero añadir ingredientes personales como amistad, respeto, empatía, cariño, sonrisas, amabilidad y compañerismo, hizo que la experiencia realmente mereciera la pena y que esta haya sido la semilla que haga germinar los “Encuentros para Mujeres Conscientes 2024-25”
Si has llegado hasta aquí, seas alumna actualmente o no, y sientes que te gustaría formar parte de esos encuentros, házmelo saber. No podré admitir a muchas mujeres porque evidentemente para que pueda hacer una buena gestión, organización y dar un buen servicio, así como para que se genere un grupo cohesionado donde broten la amistad y la complicidad, este no puede albergar a muchas participantes y quiero premiar a aquellas mujeres que lo tengan clarísimo, asegurándoles su plaza desde ya. Que sepan que este es su lugar. Mujeres que quieren dedicarse una mañana de sábado a estar con otras mujeres, a aprender más sobre llevar una vida sana, a compartir sus experiencias y sabiduría, a descubrir la Isla, y a seguir creciendo como seres humanos conscientes de sus necesidades. Una mañana donde reír, y llorar si es necesario, pero siempre en compañía. Donde comer alimentos saludables, elaborar cosmética y productos del hogar respetuosos, donde pasear por la montaña, por un jardín, por una cala, por algún rincón de Mallorca pero siempre bien acompañadas. Donde parar el tiempo, dejar atrás los problemas y disfrutar de la calma, de la paz y del cariño de ostras mujeres conscientes como tú, que también quieren dedicarse unas horas al mes para parar y respirar porque saben que no es egoísmo. ¡Será un placer seguir compartiendo también contigo si esto es lo que estabas buscando!
Y con esto ya me despido dando gracias a todos los que hicisteis posible la mañana del sábado. ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
Si eres una de las participantes, hoy recibirás en PDF el recetario del sábado al completo para que puedas seguir practicando. Puedes descargar las fotos y compartirlas en tus redes sociales, si te apetece. Más adelante te compartiré el vídeo que Pedro está editando para que podamos guardar un bonito recuerdo de este encuentro. Y mañana seguiré escribiendo para ti, con todo mi amor, sobre cocina saludable, fitoterapia, cosmética natural, hábitos saludables y todas esas cositas que se que te gustan tanto como a mí. ¡Hasta mañana!
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¡Que la salud y la alegría te acompañen siempre!
Virginia Quetglas
Diplomada en Naturopatía, Creadora de la escuela El Rincón de Nana y de los Cursos “Cocina Consciente” y “Mujer Consciente”
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Me ha encantado Virginia, es un recuerdo precioso para rememorar un día tan especial
Gracias de nuevo
PD. A ver si la vida me conduce a estar una vez más el año que viene 😉
Tú hiciste que fuera aún más especial. ¡Muchas gracias!
En primer lugar quiero agradecerte el encuentro tan especial y único que tuvimos el sábado, y encima poderlo compartir con mi hermana fue alucinante. Me sentí muy afortunada de ser tu alumna en Naturopatía y sabía que no podía perderme este curso tan impresionante que has creado. Gracias por darme el privilegio de poder rodearme de mujeres tan fascinantes y creativas como lo son mis compañeras. Me encanta aprender y compartir con ellas. Cada sábado que nos reunimos me recargo de entusiasmo, ganas de superarme, de amor, de risas, … Un millón de gracias Virginia, pero sobre todo por dedicar tanto amor y dedicación a todo lo que haces
Gracias a ti por darme esta oportunidad. Sois vosotras, las mujeres que ponéis la confianza en mí, las que me permitís uniros y me empujáis a organizar encuentros y compartir conocimiento. Es un privilegio y un placer
Que bonito todo como lo has escrito, la verdad fue muy bonito, muy buen ambiente, me gusto mucho cocinar y lo disfruté con mis compañeras, gracias a todas por este día fue maravilloso!!
Sí, ojalá el año que viene podamos compartir mañanas más bonitas aún, si cabe… Gracias por venir, Irene