Tu alimentación comienza cuando haces la lista de la compra

¿Eres consciente de que tu alimentación empieza cuando decides que vas a ir a comprar alimentos? Cuando planeas tus necesidades, escribes una lista de la compra o simplemente como yo, te inspiras en un mercado, estás empezando alimentarte. Y es que los hay muy organizados; estudian y planifican un menú para cada día de la semana. Los que no lo son tanto, quizá se dan cuenta de que la nevera está vacía cuando llegan a casa hambrientos y deciden memorizar qué cosas les hacen falta. También hay personas que redactan una lista y se ajustan a ella, aunque los menos aplicados con o sin lista cometen el error de acudir al supermercado con el estómago vacío y llenan el carrito de todo lo que en esos momentos les hace salivar más de la cuenta. Normalmente se trata de bolsas de patatas fritas, bollería industrial, chocolates, carnes y frutos secos. Y aunque seguro que me dejo algún tipo de consumidor diferente, hoy os quiero explicar cómo se sucede mi proceso alimentación cuando decido ir a comprar.

Descubriendo el aroma de la albahaca rizada

Digo ir a comprar directamente porque yo no suelo hacer una lista de la compra, a no ser que precise unos ingredientes en particular para alguna receta específica. Ya lo adelantaba al principio, yo soy de las que se inspira yendo a comprar al mercado. Y es que el mercado me transporta a diferentes lugares del mundo, a momentos concretos de mi vida, me hace vibrar con sus olores y colores y mis emociones cambian dependiendo del puesto en el que me haya detenido. Si tengo programado preparar unas recetas específicas o experimentar, que me encanta, con ingredientes desconocidos para mí, me voy con una lista que preparo en mi Iphone o e en mi Ipad. Mi marido siempre se ríe de mí. Dice que le hace gracia verme con una cesta de mimbre, en un mercado, una tienda de dietética o una herboristería, con el aire rústico que acompaña a la situación y con un dispositivo tecnológico en la mano. Pero yo adoro la tecnología utilizada de forma correcta unida a las situaciones que más nos acercan a nuestro origen como es el hecho de ir a la compra, que bien pensado podría definirse como un acto de supervivencia con algunos toques modernos aunque lo hagamos en un mercado de pueblo. La verdad es que solamente lo hago para ahorrar papel y tinta y porque así marco lo que compro y luego puedo desmarcarlo y volver a utilizarla. Además la App Store está plagada de aplicaciones fantásticas para los amantes de la gastronomía.

Hoy me he ido con el Iphone en la mano, en esta ocasión para tomar algunas fotos, cosa que también me encanta porque a través de mi facebook luego intento contagiar a mis seguidores para que ellos no pierdan esta maravillosa costumbre o las comenten y me den nuevas ideas. También he llevado conmigo una bolsa de rafia de Paris que mi querida amiga Francesca me regaló este verano cuando vino a pasar sus vacaciones a casa. Esto lo hago obviamente para no tener que utilizar bolsas de plástico. Y con mi marido. Pedro es fantástico, disfruta casi tanto como yo de la experiencia. Me encanta hacerle caso cuando me recuerda que le encantan las nectarinas aunque a veces opto por comprar paraguayos, ya que a mí me gustan mucho más. Y lo más maravilloso es cuando me sugiere que compremos planteles, como esta mañana que se le han antojado unos de coliflor que sin duda, ha sido una idea fantástica. Y si no ya lo veremos en un par de meses…

Comprando los planteles he descubierto uno de los rincones que más me fascina del mercado. En Alaró, el pueblo del mercado al que hemos ido en esta ocasión, justo delante de la puerta de la Iglesia se coloca un vendedor de plantas que tiene unas aromáticas espectaculares por variedad, tamaño, color, olor… Es fantástico. Al acercarme he empezado a cargar mi bolsa de rafia de Paris con plantas de albahaca, oregano, perejil… Y también hemos comprado unas macetas con alcachofera, rúcola, acelgas, acedera… y de una preciosa plantita llena de florecitas moradas que me ha regalado el tendero.

Mi bolsa de París llena de plantas
Mi bolsa de París llena de plantas

Pero lo que me ha sorprendido de verdad y por ello escribo esta entrada es un tipo de albahaca que jamás había visto; albahaca rizada. ¡Qué olor tan fantástico! Ya estoy dándole vueltas a mi cabeza para ver en qué receta la incluyo. ¿Conoces alguna receta en la que se utilice? ¿Se te ocurre algún plato al que añadirla? Si es así, espero ansiosa tus comentarios. El olor me recuerda muchísimo al hinojo con evidentemente un toque de la albahaca de toda la vida.

Después de mi gran descubrimiento me he acercado a una señora muy simpática que junto a su marido mientras despachaba verduras y hortalizas contaba orgullosa que la habían entrevistado en «Uep con anam«, un programa de televisión con mucho éxito de IB3, el canal autonómico de Baleares.

Muy emocionada decía que la redactora había contactado con ella por el fascinante colorido de sus tomateras.¡Y era cierto! De debajo del mostrador, ha sacado un pequeño álbum de fotos en el que tenía una fotos increíblemente bonitas de unas enormes plantas, verde hoja limón, con unos preciosos tomates rojos y brillantes.

Comprando en el mercado de Alaró
Comprando en el mercado de Alaró

 

He comprado calabaza, patatas, puerros, cebolletas tiernas, berenjenas, lechuga y unas zanahorias y me he marchado muy pero que muy satisfecha, pensando en qué iba a utilizar esos preciosos tesoros que la naturaleza nos regala. Pero al ir hacia la moto para volver a casa nos ha llamado la atención un local llamado «ecosenalla» que se merece su propia entrada en mi blog. A si que ese descubrimiento te lo contaré otro día…

6 comentarios

    • Muchas gracias! Gracias por tus palabras y por haberme dado la oportunidad de amar a los cerditos… Te lo he dicho muchas veces y te repito que nunca me hubiera imaginado lo maravillosos que son estos seres. Tú también eres un ejemplo para mí…

  1. Aunque me queda poco tiempo, pero siempre que puedo me gusta seguirte y aprender de todo lo que escribes, gracias guapa

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