Queridas alumnas del Curso Hogar Consciente,
En el camino hacia una vida saludable y consciente, es esencial explorar las maravillas que nos brinda la naturaleza. En este artículo, nos adentraremos en el fascinante mundo del agua de mar y sus beneficios como reconstituyente natural para el organismo. Aunque ya la hemos introducido, vamos a profundizar un poquito más en este viaje de conocimiento que puede transformar nuestra perspectiva sobre la salud y el bienestar.
Agua de mar: Un tesoro de minerales y energía
¿Alguna vez has considerado el potencial de algo tan abundante y cercano como el agua de mar? En un mundo inundado de bebidas energéticas y suplementos artificiales, el agua de mar se erige como una fuente valiosa y natural de revitalización. Sus propiedades únicas la hacen comparable a bebidas isotónicas, pero sin los azúcares, aromatizantes y conservantes nocivos que a menudo contienen.
Investigaciones demuestran que consumir tan solo un pequeño chupito de agua de mar diariamente puede ser tan energizante como muchas bebidas comerciales. Esta agua rehidrata el cuerpo, repone los minerales perdidos y estimula el metabolismo. Además, su composición es asombrosamente similar a la de nuestra sangre, lo que la convierte en un reconstituyente extraordinario.
Beneficios terapéuticos del agua de mar
Quizás sorprenda saber que el agua de mar no solo es un aliado para atletas, sino también un complemento eficaz en diversos tratamientos. Ha demostrado ser valiosa en el manejo de problemas alérgicos, trastornos gastrointestinales, insomnio, dolores musculares y articulares, enfermedades cardíacas, diabetes, cirrosis hepática, úlceras varicosas crónicas, aterosclerosis y más.
En el ámbito dermatológico, el agua de mar puede ser útil para tratar problemas de piel como dermatitis y acné. También ofrece beneficios durante la menopausia, aliviando el dolor osteoarticular y la osteoporosis. Las dolencias respiratorias encuentran alivio en su capacidad para facilitar el drenaje de la mucosidad y fortalecer las mucosas. Incluso actúa como un efectivo colutorio para prevenir infecciones bucodentales.
Respaldado por la ciencia
La prescripción del agua de mar como terapia por la doctora M. Teresa Ilari, médica internista española, ha sido respaldada por múltiples estudios científicos. La similitud entre la composición del plasma sanguíneo y el agua de mar fue establecida por el científico francés René Quinton. A través de diluciones y ajustes, se logró un plasma marino que curó a personas en tiempos donde los antibióticos aún no existían.
Investigaciones japonesas revelaron moléculas orgánicas en el agua de mar capaces de inhibir la agregación plaquetaria, mientras que estudios en la Universidad La Jolla en California demostraron propiedades antibióticas, antiinflamatorias y analgésicas de los microorganismos marinos. La riqueza en oligoelementos la convierte en un regenerador celular y protector del ADN, según investigadores israelíes.
Incorporando el agua de mar en nuestra rutina
La incorporación del agua de mar en nuestra rutina no requiere un esfuerzo extraordinario. La recomendación habitual es diluir el agua de mar con agua dulce en una proporción de 1 a 3 para hacerla más agradable al paladar. Beber entre 30 y 50 ml al día puede reconstituir nuestro organismo, aunque se aconseja un consumo de hasta 250 ml diarios para obtener mayores beneficios.
Para asegurar su seguridad, el agua marina comercializada se extrae de vórtices marinos ricos en fitoplancton y zooplancton, y se somete a procesos de filtrado en frío y esterilización antes de ser envasada. Empresas como «Ibiza y Formentera Agua de Mar» ofrecen incluso ediciones especiales de plasma marino.
Abrazando la sabiduría natural que encontramos en la creación
El agua de mar se erige como un regalo que encontramos en la naturaleza, un reconstituyente cargado de minerales y energía vital. Su capacidad para revitalizar, curar y nutrir nuestro cuerpo es asombrosa. Al abrazar esta sabiduría natural que encontramos en la creación, damos un paso hacia un hogar consciente donde la salud es nutrida por los tesoros de nuestro entorno.
En nuestro viaje hacia un hogar consciente, recordemos las palabras de la doctora Ilari: «Es nutritiva y curativa porque contiene casi todos los minerales y oligoelementos de la tabla periódica, además del fito y zooplancton«. Aprovechemos esta fuente inagotable de bienestar y salud para vivir una vida plena y consciente.
Recordad que el conocimiento es el primer paso hacia una vida más saludable y consciente. Pero no es suficiente adquirir conocimiento, ya que esté sin práctica no da ningún fruto. Así que ponte manos a la obra y envíame fotos de tus prácticas.
Hasta la próxima entrega, ¡qué la salud te acompañe!
Virginia Quetglas
Naturópata y Profesora del Curso “Hogar Consciente”
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