Consumir fruta y verdura no siempre es fácil en un mundo en el que tenemos a mano todo tipo de snacks y bollería tanto dulces como salados.
Pero tú sabes que esos mal llamados alimentos son muy nocivos para ti y para tu familia. Así que mi primera recomendación es que no vuelvas a comprar productos procesados y azucarados, saldos, ahumados o altamente grasos.
Consumir snacks saludables como una pieza de fruta, unas zanahorias o un puñado de frutos secos es lo más económico, sencillo, nutritivo y saludable para ti. Así que toma nota de mis truquillos si es que aún te cuesta hacerlo:
Ten un frutero, cesta o bol de fruta fresca en la mesa principal del salón, en la cocina y encima de tu escritorio si pasas mucho tiempo en el despacho.
Compra fruta como piña, papaya o uva y guárdala en recipientes cerrados en la nevera; limpia, cortada y lista para comer o para llevarte si vas a salir a trabajar, a pasear, al gym, etc.
Añade fruta a tu ensalada. Toma una ensalada diaria muy sencilla, con una base de hojas verdes y un par de hortalizas de tu gusto como tomate y cebolla, zanahoria y aguacate o pepino y remolacha. Pero sobretodo, aprovecha para hacerla más sabrosa añadiendo una porción de fruta. Eso sí, de un solo tipo. No valen las macedonias que te complicarán mucho la digestión causando flatulencias y/o hinchazón y pesadez. Si te gusta la naranja añade el zumo de una de ellas al aliño, verás que sabroso. Si es tiempo de fresas aprovéchalas para contrarrestar el amargor de hojas verdes como las espinacas o la rúcola. Si necesitas hidratación extra en verano, prueba a añadir trocitos de sandía y verás qué delicia… En fin, las posibilidades son infinitas. ¡Empieza hoy mismo!
Planifica la compra para garantizar la presencia de verduras, hortalizas y frutas frescas en cada comida.
Incorpora las hortalizas como acompañamiento de todos tus platos, por ejemplo, arroz con verduras o ensalada de lentejas. Si comes carne prueba a añadir rodajas de zanahoria guisadas con ajo y cebolla al pollo o a preparar la merluza al horno con rodajas de calabacín y tomate.
Prepara sofritos, pistos, salsas y patés vegetales variados y congélalos para poder utilizarlos cuando estés cansado o no te apetezca cocinar.
Y si tienes tus propios trucos, ¡cuéntamelos!
Si deseas mejorar tu bienestar con mi ayuda, no dudes en pedirme una cita vía email (virginia@elrincondenana.es)
¡Que la salud te acompañe!