Cada vez escuchamos con más frecuencia esta palabra: Alzhéimer. Una enfermedad que, aunque aún no tiene cura, está estrechamente relacionada con nuestros hábitos diarios. Por eso, la prevención es, sin duda, la herramienta más poderosa que tenemos a nuestro alcance.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta sobre todo a personas mayores, aunque no exclusivamente. Su característica principal es el deterioro cognitivo: pérdida de memoria, dificultad para razonar, desorientación en tiempo y espacio, cambios de humor o incluso pérdida de iniciativa.
Pero no se queda ahí. También afecta la funcionalidad, es decir, la capacidad de una persona para realizar tareas cotidianas como vestirse, cocinar, hacer la compra o simplemente mantener una conversación fluida.
CIFRAS ALARMANTES
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España se diagnostican cerca de 40.000 nuevos casos al año, sumándose a los más de 800.000 afectados. Y lo más preocupante: muchos casos no están diagnosticados. A nivel mundial, se estima que más de 55 millones de personas viven con algún tipo de demencia, siendo el Alzheimer la más común (entre un 60% y 70% de los casos).
Y las previsiones no son alentadoras: se espera que en 2050 esta cifra se dispare hasta los 139 millones de personas. ¿El motivo? El envejecimiento progresivo de la población.
PODEMOS HACER MUCHO PARA PREVENIRLO
Prevenir no significa vivir con miedo, sino vivir con conciencia. Cada una de nuestras elecciones diarias tiene el poder de marcar la diferencia. Aquí te comparto algunas claves sencillas, naturales y profundamente efectivas para cuidar de tu salud cerebral y emocional:
1. Cuida tu corazón… y cuidarás tu cerebro
- Mantén tu presión arterial y glucosa en niveles saludables.
- Controla el peso corporal y evita el sobrepeso.
- Cuida tu salud cardiovascular desde la alimentación hasta la gestión emocional.
2. Come natural, come real
Adopta una dieta basada en alimentos ecológicos, frescos, locales y de temporada. Que en tu plato haya más colores vegetales que productos animales. Prioriza lo crudo, lo vivo, lo que nutre de verdad.
3. Muévete con alegría
El ejercicio físico moderado, diario y consciente (como caminar, bailar, nadar o bailar) ayuda a oxigenar el cerebro y mejora la plasticidad neuronal. El movimiento es vida.
4. Alimenta tu mente
Leer, escribir, aprender cosas nuevas, jugar, resolver acertijos o incluso cambiar de rutina de vez en cuando, mantiene tu mente activa y ágil. El cerebro necesita desafíos positivos para mantenerse joven.
5. Rodéate de cariño
La soledad no deseada es uno de los factores que más está alimentando esta epidemia silenciosa. Comparte tiempo con quienes amas. Habla, ríe, abraza, escucha… La vida social sana es vital.
6. Prioriza el descanso reparador
Dormir bien es esencial para la regeneración cerebral. Cuida tu higiene del sueño: establece horarios, apaga pantallas a tiempo, relájate antes de dormir. Y si te cuesta, busca opciones naturales como infusiones relajantes o respiraciones profundas.
7. Evita tóxicos cotidianos
Di adiós al alcohol, al tabaco y a las sustancias estupefacientes, ya que tienen un impacto directo sobre la salud cerebral. También intenta minimizar tu exposición a contaminantes ambientales y electromagnéticos, sobre todo en las zonas de descanso.
8. Maneja el estrés
El estrés crónico es una de las peores amenazas para nuestro sistema nervioso. Aprende a observar tus emociones, pon límites sanos, practica la respiración consciente, date espacios de silencio y busca lo que te conecta con tu centro.
9. Actitudes que sanan
La generosidad, el altruismo y la oración no solo nos hacen sentir bien, sino que influyen positivamente en nuestra bioquímica cerebral. Son potentes herramientas para prevenir el deterioro cognitivo.
10. La magia dorada de la cúrcuma
La cúrcuma, especialmente en su versión ecológica, es una gran aliada. Gracias a su principio activo, la curcumina, posee propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y neuroprotectoras. Numerosos estudios señalan que su consumo habitual podría ayudar a prevenir o ralentizar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Pero no te conformes con incluirla en tu alimentación, o no será suficiente. Compra comprimidos de alta biodisponibilidad y tómalos a diario, haciendo descansos de 15 días cada tres meses. Si no disfrutas de una salud óptima o te estás medicando, consulta las interacciones y precauciones previamente.
UN ESTILO DE VIDA CONSCIENTE ES EL MEJOR SEGURO DE SALUD
La buena noticia es que está en nuestras manos cambiar hábitos, cuestionar lo establecido y apostar por un estilo de vida más natural, más humano y más saludable. La prevención empieza en nuestra cocina, en nuestra actividad diaria, en nuestro descanso, en cómo gestionamos las emociones y en cómo nos relacionamos con el mundo.
No esperes a que llegue el diagnóstico. Empieza hoy. Tu mente y tu corazón te lo agradecerán.
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¡Qué el amor, la paz y la salud siempre te acompañen!
Virginia Quetglas
Diplomada en Naturopatía y creadora de la escuela de Hábitos Saludables y Cocina Consciente El Rincón de Nana.
La información proporcionada en este blog tiene fines informativos y no sustituye el consejo profesional. Si tienes alguna condición médica o estás en tratamiento, consulta a tu médico antes de hacer cambios en tu dieta o estilo de vida. ¡Por favor, se responsable!
Una vida plena y sana es la mejor medicina.
Así es Cati. Cuánto me alegro de leerte por aquí…
Muy bueno y muy verdad!hay que tratar de prevenir las cosas. Dirias que la omega tambien , seria muy bueno para prevenir o si ya tiene la persona, seria igual de bien de la curcuma o mejor seria la omega? Y si se toma un omega seria de tomar a ves en cuando dirias ? hay tantos versiones de omega cual crees seria unas que valga la pena o debe contener para sea efectivo ?. O con comer pescado una ves por ej ala semana ya tienes la omega completo dirias ahi?. Gracias por la información! Un abrazo
¡Querida Harriet!
Muchísimas gracias por tu comentario y tu cariño de siempre. ¡Qué alegría leerte!
Tienes toda la razón: prevenir es clave. Y sí, los ácidos grasos omega-3 son maravillosos para la salud cerebral, tanto a nivel preventivo como en personas que ya presentan deterioro cognitivo. De hecho, varios estudios han demostrado que el DHA (ácido docosahexaenoico), un tipo específico de omega-3, está muy relacionado con la función cerebral, la memoria y la protección contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
¿Omega o cúrcuma?
¡Los dos se complementan muy bien! La cúrcuma tiene una potente acción antiinflamatoria y antioxidante, mientras que el omega-3 actúa en la estructura de las membranas neuronales, también reduciendo la inflamación. Si se pueden tomar ambos (de calidad), ¡mejor que mejor!
¿Cada cuánto tomar omega-3?
Lo ideal es tomarlo de forma regular y continuada, especialmente si no consumes pescado azul al menos 2 veces por semana. No es algo para tomar solo de vez en cuando si lo usamos con fines terapéuticos o preventivos.
¿Qué debe contener un buen omega-3?
Alta concentración en EPA y DHA (mejor si el DHA es más alto para la función cerebral).
Certificación de pureza y ausencia de metales pesados.
Extraído de fuentes sostenibles (pescado salvaje, o incluso algas si es vegano).
En forma triglicérida reesterificada, que se absorbe mejor (esto se ve en productos de alta gama).
¿Y si como pescado una vez a la semana?
¡Eso ayuda mucho! Pero probablemente no es suficiente para llegar a las cantidades terapéuticas de DHA. Comer pescado es estupendo, pero si quieres un efecto más potente y constante, vale la pena valorar un suplemento de calidad.
Espero haberte aclarado tus dudas, querida Harriet. ¡Gracias por tu interés y por seguir cuidándote tanto!
Un abrazo enorme
Virginia