Queridas lectoras y alumnas del Curso Mujer Consciente,
En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos demasiado inmersas en nuestras propias preocupaciones y ocupaciones. Y digo demasiado porque esto no es saludable ni para nosotras ni para el resto de personas que nos rodean. Por ello hoy me gustaría animaros a meditar en una lección que nos dejó Jesucristo y que nos enseña la importancia de mirar más allá de nuestras propias prioridades y demostrar un interés genuino por las demás.
Si no tenéis mucho conocimiento bíblico puede que no veáis nada notable en este ejemplo pero poneros en situación y remontaros a 2000 años atrás cuando simplemente que un hombre se dirigiera a una mujer de forma amable, cariñosa, simplemente para mantener una conversación agradable, desinteresada y con el objetivo de ayudarla, ya era muy sorprendente. Imagino que no hace falta que os explique la figura que ocupaba y el papel que ocupaba la mujer en aquella época y en aquel lugar. Además de todo esto, la conversación de Jesús con una samaritana fue considerada curiosa en la época debido a las tensiones históricas y religiosas entre judíos y samaritanos. Estos dos grupos tenían diferencias en sus prácticas religiosas y se evitaban mutuamente. Además, las mujeres samaritanas no eran típicamente abordadas por rabinos judíos y mucho menos en público. La narrativa subraya el punto de que Jesús trascendió las barreras culturales y sociales, mostrando compasión y amor más allá de las convenciones de la sociedad de la época.
El principio ético que nos muestra Mateo 7:12 promueve la empatía y la reciprocidad en nuestras interacciones diarias. Aplicar este texto significa tratar a los demás con respeto, comprensión y bondad, buscando actuar con justicia y consideración, como nos gustaría ser tratados. En un mundo diverso y multicultural, la Regla de Oro sigue siendo una guía valiosa para construir relaciones positivas y fomentar la armonía social.
El ejemplo de Jesús
Jesús, siendo el ejemplo supremo de amor desinteresado, nos mostró cómo iniciar conversaciones significativas. En un encuentro junto a un pozo, Jesús no comenzó hablando de sus propios asuntos, sino que mostró interés en una mujer samaritana al pedirle agua. Este simple gesto creó el espacio para una conexión auténtica.
Meditar en los textos bíblicos que os comparto en este artículo, nos alienta a no enfocarnos exclusivamente en nuestros propios intereses, sino a prestar atención a las necesidades y preocupaciones de quienes nos rodean. Practicar este principio implica cultivar una mentalidad de servicio y empatía, contribuyendo así a construir relaciones más solidarias y comunitarias. En un mundo donde la individualidad a veces prevalece, esta actitud nos ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo mejorar la convivencia y promover la colaboración con personas de diferente edad, raza, cultura ideología…
Iniciando conversaciones significativas
Para tener interacciones más significativas con las personas que nos rodean, podemos seguir el ejemplo de Jesús:
- Ser flexibles: en lugar de iniciar conversaciones con lo que nos interesa a nosotras, demos prioridad a lo que interesa a la otra persona. Preguntémonos sobre temas actuales, noticias, o los intereses de quienes nos rodean.
- Ser observadoras: prestemos atención a los detalles que nos rodean. ¿Qué hace la persona en ese momento? ¿Qué pueden decirnos su apariencia y su entorno sobre sus necesidades? Ser conscientes de estos detalles nos ayuda a conectarnos de manera más significativa con otros seres humanos.
Escucha activa
Una parte fundamental de mostrar interés sincero es escuchar. Evitemos hablar en exceso y brindemos a la otra persona la oportunidad de expresarse. Hacer preguntas apropiadas demuestra que valoramos su perspectiva y estamos dispuestas a entender su punto de vista.
Al igual que Santiago, el medio hermano de Jesús, escribió en su carta, os animo a ser rápidas para escuchar, lo cual implica prestar atención genuina a lo que otros tienen que decir antes de responder.
La recomendación de ser lentas para hablar y airarnos sugiere que, al tomarnos el tiempo necesario para comprender las situaciones y las perspectivas de los demás, podemos fomentar un diálogo más constructivo y evitar malentendidos. En resumen, Santiago 1:19 aboga por una comunicación reflexiva y respetuosa en nuestras relaciones cotidianas.
Al seguir estas pautas, no solo honramos el principio bíblico de amar sin buscar nuestros propios intereses, sino que también creamos la base para relaciones más profundas y significativas. En un mundo donde la conexión auténtica es un tesoro, recordemos que cada interacción es una oportunidad para reflejar el amor que Jesús nos enseñó.
Animaros a realizar esta meditación activa, y compartid vuestros resultados con el resto de compañeras. ¡Embellezcamos no solo por fuera sino por dentro, que al fin y al cabo es lo más importante!
Dejar en los comentarios vuestras aportaciones y dudas, si las tenéis. Recordad que vuestros comentarios, fotos y vídeos son siempre deseados y bienvenidos, ya que son muy útiles para otras compañeras o para posibles nuevas compañeras que se animen a unirse a este bonito camino que nos ha unido a nosotras. Sigamos creciendo juntas en este viaje hacia una vida más consciente y saludable.
¡Qué la Salud os acompañe!
Virginia Quetglas
Naturópata y Profesora del Curso “Mujer Consciente”
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Es importante antes de emitir según que tipos de juicios pararse a pensar, empatizar, ponerse en la piel de los demás. Callar y observar antes de hablar, es una forma muy sencilla de aprender grandes lecciones de vida.
Por algo tenemos dos ojos, dos orejas y solo una boca…
Qué bonito. Tenía un profesor que decía, tenemos dos orejas y ojos y sólo una boca, lo que significa que hemos de observar y escuchar el doble de lo que hablamos.
Justo es lo que le respodí a Cati en su comentario… jajaja
Es muy verdad, y cuando damos atencion y amor a los demas sentimos mas feliz y en paz con uno mismo. Y cuando la gente siente que entendemos o importemos por lo que nos dicen, sienten que importemos de verdad sus sentimientos..es muy bonito la forma que Jesus trato a ella y otros y mostro no hay que tener perjuicios por donde alguen es,o que idioma o lo que la gente dice de ciertas personas, si no ser amable con todo el mundo, Jesús mostro a todo clase de personas; ricos, pobres , de un sitio o otro incluso a los que en aquel tiempo se considero no se puede ni acercar! Y cuando le han hecho daño no devolvió mal por mal,se mostro como amar al prójimo. De verdad es cierto mostro un bonito ejemplo a siguir. Gracias por el bonito reflexión y artículo.
Sin lugar a dudas, Jesús es el mejor espejo en el que podemos mirarnos