Los germinados son alimentos vivos y si somos lo que comemos, esto significa que al comer germinados comemos, literalmente, vida.
Pero aunque parezca increíble, estos pequeños brotes de vida además, están llenos de clorofila, aminoácidos, enzimas, vitaminas, minerales y oligoelementos. Y es que todo el poder y recursos necesarios para generar una planta, un fruto o incluso un árbol están dentro de ese pequeño tesoro. Y es que como los mejores perfumes, vienen en un frasco pequeño. Sin lugar a dudas, nos encontramos delante de un alimento muy completo e interesante, que no debería faltar en nuestra dieta. Sus nutrientes son de alta calidad biológica y el mejor sello para garantizárnoslo es que de no ser así, no germinarían.