Querida lectora,
La sal es un ingrediente fundamental en nuestras cocinas, presente en casi todas nuestras preparaciones. aunque muchas veces se le teme por su relación con problemas de salud como la hipertensión, un uso adecuado y consciente puede transformar tus comidas sin poner en riesgo tu bienestar. Hoy quiero compartir contigo una guía completa sobre el uso de la sal en la cocina consciente y saludable, explorando sus beneficios, los diferentes tipos disponibles y cómo sacar el máximo provecho de este mineral.
Qué aporta la sal
La sal, o cloruro de sodio, es esencial para la vida. además de realzar el sabor de los alimentos, cumple funciones vitales en nuestro organismo:
- Equilibrio de electrolitos: el sodio y el cloruro son cruciales para mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
- Función nerviosa y muscular: el sodio es necesario para la transmisión de impulsos nerviosos y la contracción muscular.
- Absorción de nutrientes: la sal facilita la absorción de ciertos nutrientes en el intestino.
Tipos de sal
Existen varios tipos de sal, cada uno con características únicas y usos específicos en la cocina:
Sal de mesa
La sal de mesa es la forma más común y accesible. Suele ser refinada y, a menudo, se le añade yodo para prevenir deficiencias nutricionales. Sin embargo, su procesamiento elimina muchos minerales naturales. Aunque es la que solemos encontrar en todos los supermercados y tiendas de alimentación, es la menos saludable de todas las opciones. Evítala siempre que puedas.
Sal marina
Obtenida mediante la evaporación del agua de mar, la sal marina retiene minerales como magnesio, calcio y potasio, que le dan un sabor más complejo y la hacen más intensamente a nivel nutricional. Es menos refinada que la sal de mesa y viene en diferentes texturas, desde finas hasta gruesas. Actualmente tiene un handicap que es el de los microplásticos que la acompañan y que tan nocivos son para nuestro organismo.
Sal del Himalaya
Esta sal rosa se extrae de minas en Pakistán y es famosa por su color distintivo y su contenido mineral. contiene pequeñas cantidades de hierro, calcio, potasio y magnesio. Su sabor es menos intenso, por lo que puede usarse en mayor cantidad sin sobrecargar los platos. Definitivamente mi favorita.
Flor de sal
La flor de sal es una sal marina muy delicada y costosa, recolectada manualmente de la superficie de salinas en condiciones específicas. Tiene una textura crujiente y un sabor sutil, ideal para terminar platos justo antes de servir. Si tienes el privilegio de vivir cerca del mar, como yo, puedes recolectarla tú misma.
Sal negra
El término «kala» significa «negro» y «namak» significa «sal» en hindi. Esta sal volcánica se caracteriza por su color oscuro y su sabor distintivo, que recuerda al huevo debido a su contenido en compuestos de azufre. Es ampliamente utilizada en la cocina del sur de Asia, especialmente en platos veganos y vegetarianos, por su capacidad para imitar el sabor del huevo. De hecho, si eres alumna mía seguramente te habrás deleitado con mi deliciosa tortilla sin huevo que sabe a huevo. Se me hace la boca agua solo de pensar en ella. Además de su sabor único, la kala namak también es valorada por sus beneficios minerales.
Otra opción es usar sal de hierbas, que es una mezcla de tu sal favorita con diversas hierbas y especias. Este tipo de sal se utiliza para añadir sabor y aroma a los platos, reduciendo al mismo tiempo la cantidad de sal necesaria gracias al aporte adicional de sabor que proporcionan las hierbas. La sal de hierbas es una excelente opción para quienes buscan una alternativa más saludable a la sal común, o simplemente no abusar del uso de sal en las comidas, ya que puede ayudar a disminuir el consumo de sodio.
Beneficios de la sal de hierbas
Mejora del sabor: las hierbas y especias agregan un sabor más complejo y completo a los platos.
Reducción del consumo de sal: al realzar el sabor con hierbas, puedes utilizar menos sal en tus recetas.
Aporte de nutrientes: las hierbas y especias utilizadas en la sal de hierbas aportan vitaminas, minerales y antioxidantes beneficiosos.
Ingredientes comunes en la sal de hierbas
- Hierbas: tomillo, romero, albahaca, orégano, perejil, eneldo, cilantro.
- Especias: ajo en polvo, cebolla en polvo, pimienta, cúrcuma, comino.
- Otros ingredientes: ralladura de limón o naranja, semillas de sésamo, copos de chile.
Cómo hacer tu propia sal de hierbas
Preparar sal de hierbas en casa es sencillo y te permite personalizar la mezcla según tus preferencias. aquí tienes una receta básica para empezar.
Ingredientes
- 1 taza de sal del Himalaya o sal marina fina
- 2 c.s de tomillo seco
- 2 c.s de romero seco
- 2 c.c de albahaca seca
- 2 c.s de orégano seco
- 1 c.s de ajo en polvo
- 1 c.s de cebolla en polvo
Elaboración
Mezcla los ingredientes: combina todos los ingredientes en un procesador de alimentos y pulsa hasta que las hierbas y la sal estén bien integradas y finamente molidas.
Almacena: transfiere la mezcla a un frasco hermético y almacénala en un lugar fresco y seco.
Uso: utiliza tu sal de hierbas para sazonar cualquier plato que desees realzar con el sabor adicional de los ingredientes seleccionados. Puedes preparar sales que evoquen gastronomías mediterráneas, asiáticas, mejicanas o de cualquier lugar, seleccionando la combinación adecuada.
Consejos para elaborar tus propias sales de hierbas
- Ajusta las proporciones: si prefieres un sabor más fuerte de ciertas hierbas, ajusta las proporciones a tu gusto.
- Experimentación: prueba diferentes combinaciones de hierbas y especias para crear mezclas únicas.
- Aplicación: espolvorea la sal de hierbas sobre tus platos justo antes de servir para obtener el máximo sabor y aroma.
La sal de hierbas es una herramienta versátil y saludable para tu cocina consciente. al añadir una mezcla de hierbas y especias, puedes reducir tu consumo de sal sin sacrificar el sabor. además, hacer tu propia sal de hierbas te permite experimentar y personalizar tus recetas, aportando un toque único y nutritivo a tus comidas.
Uso de agua de mar para cocinar
El agua de mar puede ser utilizada para cocinar, proporcionando una fuente natural de minerales y un sabor salado único. Sin embargo, es importante asegurarse de que el agua esté filtrada. Se puede utilizar en la cocción de pasta, arroz y para hacer caldos y sopas.
Refinamiento de la sal
Todas las sales, incluso las más naturales, pasan por algún grado de refinamiento para eliminar impurezas y asegurar su seguridad y calidad. el refinamiento puede variar desde una simple limpieza hasta procesos más complejos que eliminan minerales y añaden agentes antiaglomerantes.
Cómo elaborar tu propia sal
Si vives cerca del mar, puedes experimentar con la elaboración de tu propia sal. Aquí te dejo un sencillo proceso para hacerlo:
- Recolecta agua de mar: asegúrate de recoger agua de una zona limpia y lejos de fuentes de contaminación.
- Filtra el agua: usa un filtro de café o una tela fina para eliminar partículas y residuos.
- Hierve el agua: vierte el agua filtrada en una olla grande y hierve hasta que se evapore, dejando solo los cristales de sal.
- Secar los cristales: extiende los cristales de sal en una bandeja y déjalos secar al aire durante varias horas, tapados con una gasa para que no caigan insectos o impurezas. También puedes usar un deshidratador o un horno a baja temperatura.
- Almacena la sal: una vez seca, guarda la sal en un frasco hermético y utilízala como desees.
Consejos para un uso consciente de la sal
- Modera la cantidad: aunque la sal es esencial, es importante no excederse. La OMS recomienda consumir menos de 5 gramos de sal al día.
- Prueba diferentes tipos: experimenta con distintos tipos de sal para descubrir cuál se adapta mejor a tus recetas y paladar.
- Sazona en etapas: agrega sal gradualmente durante la cocción para evitar pasarte y ajustar el sabor al final.
- Usa sales con minerales: optar por sales menos refinadas puede aportar beneficios adicionales gracias a los minerales presentes.
La sal es un ingrediente poderoso que, cuando se usa de manera consciente, puede realzar tus comidas y aportar beneficios a tu salud. Desde elegir el tipo adecuado hasta experimentar con agua de mar y elaborar tu propia sal, hay muchas maneras de disfrutar de este mineral de forma saludable.
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Virginia Quetglas
Diplomada en Naturopatía y creadora de la escuela El Rincón de Nana y de los cursos “Cocina consciente” y “Mujer consciente”
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Súper interesante
Yo como muy poquita sal, lo que más me gusta es aderezar los platos con especias, y debo confesar que a veces la sal hasta se me olvida y solo la uso cuando un plato se queda un poco sosete
Utilizo una sal marina bio, pero la sal de hierbas la haré seguro, aprovechando también que en el pueblo me pueden dar romero y tomillo!
Querida Cristina:
No le tengas miedo a la sal. Siempre que sea de buena calidad. Como has visto nos aporta muchísimos beneficios. Aunque tengo que decirte que a mí también me encanta usar especias, ya que es una forma muy saludable e inteligente de dar sabor a nuestros platos. Estoy deseando ver alguna foto o vídeo de tu sal de hierbas, a la que seguro que le darás tu toque especial con ese romero y tomillo del pueblo que solo de pensarlo ya puedo olerlo… ¡Qué maravilla! ¿Puede haber un lugar más maravilloso donde conseguir nuestras especias y aromáticas que en un área rural a la que además nos une un hilo transparente, pero afectivo?
Aprovecho para darte las gracias por esas fotos que me compartes en Instagram tan inspiradoras para mí y para otras mujeres que como tú y como yo quieren mejorar sus hábitos y su bienestar.
Un abrazo y feliz día