Cuidemos del sistema inmune

Queridas lectoras y mujeres conscientes,

En nuestra búsqueda constante de bienestar y salud, es esencial comprender cómo ciertos hábitos pueden fortalecer nuestro sistema inmunológico. Aquí exploraremos diversas prácticas que van desde el sueño reparador hasta la fitoterapia, proporcionándoos un enfoque holístico para manteneros fuertes y saludables.

Sueño reparador: la base del bienestar

El sueño no es solo una pausa en nuestras vidas, sino una herramienta vital para el mantenimiento de nuestro sistema inmunológico. No se trata solo de la cantidad de horas, sino de la calidad del sueño. Recomiendo seguir una rutina de descanso que os permita despertar sintiéndoos descansadas y llenas de energía. Para aquellas que encuentran desafíos en conciliar el sueño, un suplemento a base de melatonina puede ser una opción beneficiosa. Un taurinato de magnesio junto con una dosis de glicina también dan muy buenos resultados, si los tomamos antes de irnos a la cama.

Es importante destacar que, en caso de patologías o medicación previa, siempre se debe consultar con un profesional de la salud antes de introducir nuevos suplementos.

Ejercicio físico: activar las defensas

El ejercicio físico regular es una piedra angular para un sistema inmunológico fuerte. Comenzar con actividades simples como caminar durante 45 minutos al día o andar en bicicleta. Y una vez que hayáis adoptado este hábito, considerar la posibilidad de hacer una de las tablas que os comparto mensualmente o consultar a un profesional para diseñar una rutina de ejercicios adaptada a vuestras necesidades. Aseguraos de calentar antes de empezar y estirar al finalizar para prevenir lesiones.

Alimentación consciente: nutrir el cuerpo desde adentro

Nuestra alimentación desempeña un papel crucial en el bienestar general. Priorizar las verduras en nuestros platos, asegurándoos de incluir frutas diariamente, encontrar en las legumbres una fuente de proteínas esencial, optar por cereales integrales, complementar con frutos secos y semillas, y evitar procesados, fritos, grasas de mala calidad, azúcares y productos refinados.

Gestión del estrés: un paso hacia el equilibrio

El estrés y la ansiedad debilitan nuestro sistema inmunológico. Además de incorporar ejercicio y una dieta equilibrada, considerar el producto Sedaner compuesto por extractos de plantas sedantes. Este suplemento, en gotas o cápsulas, puede ayudar a reducir el estrés. Sin embargo, es imperativo consultar con un profesional de la salud antes de su uso, especialmente si hay condiciones médicas preexistentes.

Hidratación consciente: el poder del agua y las bebidas saludables

El agua desempeña un papel fundamental en la eliminación de toxinas, facilitando el trabajo del sistema inmunológico. Optar por hidratar vuestro organismo exclusivamente con agua, nuestra bebida isotónica casera, realizada con agua de mar, zumos y batidos verdes, infusiones y bebidas probióticas como el té de kombucha casero, kavas de remolacha, rejuvelac o kefir de agua.

Socialización y risas: el toque humano

Aunque vivimos tiempos desafiantes, la socialización sigue siendo crucial. A través de actividades que nos hagan reír, fortalecemos nuestras células inmunológicas y mejoramos nuestro bienestar emocional. Disfrutar de películas o series cómicas y encontrar maneras de cultivar la risa en vuestra vida diaria.

Fitoterapia: una aliada natural

La fitoterapia es una defensa valiosa y, en algunos casos, un ataque efectivo contra resfriados, gripes e infecciones ORL. Recomiendo el jarabe Expectonat, formulado con propóleo, saúco, malvavisco, drosera, eucalipto, tomillo, menta, vitamina C y cobre. Sin embargo, para opciones infantiles, considerad «¡A protegerse!» para la prevención o «¡A respirar bien!» para tratar infecciones respiratorias. Y por supuesto, si es posible, ¡prevenir!

Prevenir: el poder del propóleo y la equinácea

La prevención es clave cuando se trata de mantener nuestro sistema inmunológico en su mejor forma, y dos aliados naturales destacan en este sentido: el propóleo y la equinácea.

Propóleo: el escudo natural de las abejas

El propóleo, conocido como «pegamento de abejas», es una sustancia resinosa que las abejas recolectan de los brotes y cortezas de los árboles. Utilizan esta sustancia para sellar y proteger su colmena. ¿Cómo puede este producto beneficiarnos?

Propiedades antibacterianas y antivirales: el propóleo ha demostrado tener propiedades antibacterianas y antivirales, lo que significa que puede ayudar a combatir infecciones causadas por bacterias y virus. Es un escudo natural que refuerza nuestras defensas.

Antiinflamatorio natural: además de sus propiedades antimicrobianas, el propóleo también actúa como un antiinflamatorio natural. Esto puede ser beneficioso para reducir la inflamación en el cuerpo, contribuyendo así a un sistema inmunológico más equilibrado.

Potente antioxidante: rica en antioxidantes, esta sustancia ayuda a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, protegiendo nuestras células del daño oxidativo y fortaleciendo así la respuesta inmunológica.

Equinácea: reforzando las defensas naturales

La equinácea es una planta que ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades medicinales. ¿Cómo puede contribuir a la prevención?

Estimula el sistema inmunológico: uno de los principales beneficios de la equinácea es su capacidad para estimular el sistema inmunológico. Ayuda a activar células responsables de combatir infecciones y enfermedades, preparando así al cuerpo para enfrentar amenazas externas.

Propiedades antiinflamatorias: al igual que el propóleo, la equinácea también tiene propiedades antiinflamatorias. Reducir la inflamación puede contribuir a un sistema inmunológico más efectivo y equilibrado.

Apoyo respiratorio: la equinácea ha mostrado beneficios específicos para la salud respiratoria. Puede ser particularmente útil para prevenir y aliviar resfriados comunes y otras infecciones del tracto respiratorio.

Cómo incorporar propóleo y equinácea en tu rutina

• Suplementos: ambos están disponibles en forma de suplementos, como cápsulas o extractos. Consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada para vosotras.
• Infusiones: podéis disfrutar de las propiedades de la equinácea o el propóleo preparando infusiones por ejemplo de tomillo y añadiendo una de ellas o ambas.
• Productos naturales: buscar productos naturales que contengan propóleo o equinácea, como jarabes, para disfrutar de sus beneficios en sinergia. Por ejemplo, os recomiendo el maravilloso Composor 8 que conjuga el poder del propóleo, la equinácea y el tomillo. ¡Menuda bomba maravillosa para hacer frente al invierno!

La inclusión regular de propóleo y equinácea en nuestra rutina puede ser una estrategia efectiva para fortalecer tu sistema inmunológico y prevenir enfermedades. ¡Prioriza tu salud a través de la prevención!

En conclusión, al adoptar estos hábitos en nuestra vida diaria, estaremos dando pasos significativos hacia el fortalecimiento del sistema inmunológico. Recordar que la consulta con profesionales de la salud es crucial antes de incorporar nuevos elementos a nuestras rutinas, especialmente si hay consideraciones médicas individuales.

¡Cuidar de vosotras mismas y de vuestra salud para que esta siempre os acompañe!

Virginia Quetglas
Naturópata y Profesora del Curso “Mujer Consciente”

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