Cómo conservar el ajo. Deshidratación, aceites infusionados, congelación, vinagres y salmueras.

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Querida lectora:

Hoy quiero compartir contigo varias técnicas para conservar el ajo, un ingrediente esencial en nuestras cocinas que nos aporta no solo sabor, sino también múltiples beneficios para la salud. El ajo fresco es maravilloso, pero a veces necesitamos soluciones prácticas para que dure más tiempo o para tenerlo listo cuando lo necesitemos rápidamente. En esta entrada, te mostraré cómo conservar ajo de diferentes maneras, desde la deshidratación hasta la creación de aceites infusionados, ¡y así asegurar que nunca te falte!

Deshidratación del ajo

La deshidratación es una excelente manera de conservar el ajo por largos períodos sin que pierda su sabor o propiedades. Este método convierte los dientes de ajo frescos en polvo o en escamas, que luego puedes usar para sazonar cualquier plato.

Cómo deshidratar ajo

• Selecciona y pela los dientes de ajo: comienza eligiendo ajos frescos, preferiblemente grandes y firmes. Pela los dientes, asegurándote de eliminar toda la cáscara.
• Corta el ajo en rodajas finas: usa un cuchillo afilado para cortar los dientes en rodajas finas. Cuanto más finas sean las rodajas, más rápido se deshidratarán.
• Seca el ajo: puedes deshidratar el ajo usando un deshidratador, un horno, o simplemente al aire si vives en un clima seco y cálido.
• En un deshidratador: coloca las rodajas de ajo en las bandejas del deshidratador sin que se superpongan. Configura el deshidratador a 60-70°C y deja secar durante 12 horas, o hasta que el ajo esté crujiente.
• En el horno: coloca las rodajas de ajo en una bandeja para hornear forrada con papel de horno. Ajusta el horno a la temperatura más baja posible y deja que el ajo se seque durante varias horas, revisándolo regularmente.
• Al aire: si clima lo permite, puedes secar el ajo al aire libre. Simplemente coloca las rodajas en un lugar bien ventilado, protegido de la luz solar directa, y déjalas secar durante unos días.
• Almacena el ajo deshidratado: una vez que el ajo esté completamente seco, guárdalo en un frasco de vidrio hermético en un lugar fresco y oscuro. Puedes usarlo tal cual o molerlo para obtener polvo de ajo.

Usos del ajo deshidratado

• Condimentos: espolvorea ajo en polvo o en escamas sobre carnes, verduras, sopas y ensaladas.
• Mezclas de especias: úsalo para crear tus propias mezclas de especias caseras.
• Salsas y adobos: incorpora el ajo deshidratado en salsas y adobos para un sabor concentrado.

Aceite infusionado con ajo

El aceite de ajo es una forma deliciosa y práctica de conservar el sabor del ajo y utilizarlo en una amplia variedad de platos. Además, es fácil de hacer en casa y puede darle un toque gourmet a cualquier comida.

Cómo hacer aceite infusionado con ajo

• Pela y tritura los dientes de ajo: pela varios dientes de ajo y tritúralos ligeramente para liberar sus aceites naturales.
• Calienta el aceite: en una sartén pequeña, calienta aceite de oliva virgen extra a fuego bajo. No dejes que hierva, solo debe calentarse lo suficiente como para que los ingredientes liberen sus sabores.
• Infusiona el ajo: añade los dientes de ajo triturados al aceite caliente. Cocina a fuego lento durante 10 minutos, removiendo ocasionalmente. El ajo no debe dorarse ni quemarse.
• Enfría y almacena: retira la sartén del fuego y deja que el aceite se enfríe. Una vez frío, cuela el aceite para eliminar los trozos de ajo y guárdalo en un frasco de vidrio hermético. Conservalo en el refrigerador y utilízalo en un plazo de dos semanas.

Usos del aceite infusionado con ajo

• Aderezo para ensaladas: úsalo como base para vinagretas caseras.
• Salteados: añade un toque de sabor a tus verduras salteadas o a cualquier plato que requiera un poco de aceite.
• Salsas y pastas: rocía un poco de este aceite sobre pasta o úsalos para hacer salsas más sabrosas.

Congelación del ajo

La congelación es otra técnica eficaz para conservar el ajo, especialmente si lo has comprado en grandes cantidades. Puedes congelar el ajo entero, picado o en forma de puré.

Cómo congelar ajo

• Congelar dientes de ajo enteros: pela los dientes de ajo y colócalos en una bandeja en una sola capa. Congélalos durante unas horas y luego transfiérelos a una bolsa de congelación.
• Congelar ajo picado o en puré: pica el ajo finamente o haz un puré. Coloca el ajo picado o en puré en una bandeja de cubitos de hielo, cúbrelo con una pequeña cantidad de aceite de oliva y congélalo. Una vez congelado, transfiere los cubitos a una bolsa de congelación.

Usos del ajo congelado

• Añadir directamente a la cocción: usa los cubitos de ajo congelado directamente en tus guisos, salsas o sopas.
• Ajo en crudo: descongela el ajo picado y úsalo en recetas que requieran ajo crudo, como aderezos o salsas frías.

Conserva de ajo en vinagre o salmuera

Otra técnica para conservar ajo es encurtirlo en vinagre o salmuera. Este método no solo conserva el ajo, sino que también le da un sabor diferente y delicioso.

Cómo conservar ajo en vinagre

• Prepara el vinagre: en una cacerola, mezcla vinagre de vino blanco con agua, sal y azúcar al gusto. Lleva la mezcla a ebullición y luego déjala enfriar.
• Pela los dientes de ajo: pela los dientes de ajo y colócalos en un frasco de vidrio esterilizado.
• Añade el vinagre: vierte la mezcla de vinagre sobre los dientes de ajo hasta cubrirlos por completo. Cierra bien el frasco y consérvalo en un lugar fresco y oscuro.
• Deja macerar: deja que el ajo macere en el vinagre durante al menos dos semanas antes de usarlo. Cuanto más tiempo lo dejes, más intenso será el sabor.

Usos del ajo en vinagre

• Ensaladas: añade el ajo encurtido a ensaladas para un toque ácido y sabroso.
• Aperitivos: sirve los dientes de ajo en vinagre como aperitivo junto con aceitunas y otros encurtidos.
• Salsas: usa el ajo encurtido en salsas o como acompañamiento de carnes y pescados.

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Con estas técnicas, nunca tendrás que preocuparte por desperdiciar ajo o quedarte sin él cuando lo necesites. Ya sea que lo deshidrates, lo infusiones en aceite, lo congeles o lo encurtas, tendrás a tu disposición múltiples maneras de disfrutar de este ingrediente tan versátil y beneficioso.

Si pruebas alguna de estas técnicas, me encantaría saber cómo te fue. Comparte tus experiencias y recetas en los comentarios. Y si esta entrada te ha sido útil, ¡no dudes en compartirla con otras mujeres que buscan aprovechar al máximo cada ingrediente en su cocina! No olvides suscribirte en www.elrincondenana.es para recibir más consejos y recetas directamente en tu bandeja de e-mail.

¡Seguimos en el camino hacia una vida más saludable y deliciosa y que el amor, la paz, la salud y la felicidad siempre te acompañen!

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Virginia Quetglas
Diplomada en Naturopatía y creadora de la escuela de cocina consciente El Rincón de Nana

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