Alcanzar las estrellas: la vida de José Hernández

Queridas alumnas del Curso Hogar Consciente,

Hoy quiero compartir con vosotras la extraordinaria historia de José Hernández, un verdadero ejemplo de determinación y superación. Y lo quiero hacer a través de una película recomendada para este fin de semana: A un millón de millas (2023) que podéis encontrar en Prime Vídeo. En esta película que transcurrea través de la vida de José, descubriréis que los sueños, por más grandes que parezcan, pueden hacerse realidad con esfuerzo, perseverancia y pasión.

En esta película biográfica José Hernández, un mexicano-americano de 58 años, nos brinda una lección incalculable sobre la importancia de definir metas claras y seguir un camino para alcanzarlas. Desde temprana edad, José soñaba con ser astronauta, inspirado por las misiones del Apolo. Sin embargo, este sueño parecía inalcanzable para un joven de su origen.

Originario de una familia de inmigrantes, José vivió una vida nómada, alternando entre México y California. Esta dualidad cultural le planteó preguntas sobre su identidad, pero con el tiempo, aprendió a valorar lo mejor de ambas culturas y forjó su propia identidad.

Su sueño de viajar al espacio no fue fácil de lograr. Requirió dedicación y estudio en ciencias e ingeniería. Siguiendo el consejo de su padre, estableció una ruta clara hacia su meta y perseveró a pesar de 11 rechazos de la NASA. Finalmente, en el intento número 12, fue elegido como astronauta, comenzando una nueva etapa de preparación intensiva.

José alcanzó su sueño en la misión STS-128, contribuyendo a la construcción de la Estación Espacial Internacional. Pero su éxito no se detuvo ahí. Después de su carrera en la NASA, adquirió un viñedo y se aventuró en la producción de vino, completando así un círculo en su vida.

Lo más notable es su aporte a la medicina, donde fue co-inventor de un revolucionario sistema digital para la detección temprana del cáncer de mama. Su trabajo ha salvado vidas y marcado un hito en el tratamiento de esta enfermedad.

José Hernández siguió una receta invaluable para alcanzar sus sueños, que le transmitió su padre y que ahora os quiero compartir yo, porque creo que el hábito de entrenar a diario se os está atragantando a más de una a pesar de ser uno de los más importante del curso. Esta receta tiene seis ingredientes fundamentales, tomar nota y ponerlos en práctica enfocados en vuestra actividad física diaria:

1. Define tu meta: como un cocinero que planifica su receta, es vital tener en claro tu objetivo, saber qué deseas lograr. Para José, este objetivo era claro desde su infancia: ser astronauta. Para nosotras es entrenar a diario para conseguir nuestro bienestar óptimo.
2. Reconoce qué tan lejos estás de ella: al igual que revisas tus ingredientes antes de empezar a cocinar, evalúa tu posición actual respecto a tu meta. José sabía que estaba lejos de su sueño, pero también sabía que podía acercarse con dedicación y esfuerzo. Puede que muchas estuvierais muy lejos de entrenar a diario hace tan solo un par de meses pero eso cambió el mes pasado y ahora algunas ya entrenáis de 4 a 6 días a la semana. No está nada mal pero ni podemos parar ni podemos conformarnos. Nuestro objetivo es entrenar a diario y sin excusas.
3. Crea una ruta para saber llegar: establece un camino claro para alcanzar tu meta. Esta es tu receta, los pasos que debes seguir para lograrlo. José trazó su ruta a través de estudios en ciencias e ingeniería, preparándose para ser astronauta. Y tú has hecho muy bien porque estás en el curso ideal para conseguir ser una mujer activa y con fuerza de voluntad no solo para conseguir entrenar a diario sino implementar muchas más rutinas o hábitos que ya has incluido en tu vida y otros que iremos sumando.
4. Estudia y prepárate de acuerdo a tu reto: investiga, aprende y adquiere las habilidades necesarias para alcanzar tu objetivo. José se preparó durante años, adquiriendo conocimientos y habilidades esenciales para su sueño. Así que no dejes de leer y practicar todos los ejercicios que te propongo. Estamos en el camino correcto. ¡No te despistes!
5. Échale ganas: agrega la pasión y el compromiso a tu receta. Este es el ingrediente que te impulsa a continuar incluso cuando enfrentas desafíos. José persistió a pesar de los rechazos y las dificultades. Cada día tienes una oportunidad nueva para entrenar. No esperes a que llegue el día perfecto para hacerlo. Porque puede que jamás te despiertes con unas ganas de entrenar imperiosas que no te permitan hacer otra cosa. Así que deja de esperar que eso suceda y hazlo suceder. Ponle ganas TÚ desde YA.
6. Persevera: aquí es donde José decidió agregar su propio toque a la receta. La perseverancia es un ingrediente adicional que nunca debe faltar. Enfrentó 11 rechazos de la NASA, pero perseveró, convirtiendo cada obstáculo en una oportunidad para crecer. Cuando tu mente diga NO, aprovecha para demostrarle que la que manda eres tú y dile SÍ. Y simplemente sin pensar en nada más, ¡ponte a entrenar! Y después siéntete orgullosa de lo que has conseguido.

Terminando de relacionar todo esto con el desafío de implementar el hábito de entrenar a diario que establecimos en septiembre, os recuerdo que la receta del éxito en la vida y en la formación de hábitos no es diferente. Cada día de entrenamiento es un paso hacia nuestra meta, un ingrediente en la receta de nuestra salud y bienestar. Así como José perseveró para alcanzar su sueño espacial, vosotras podéis perseverar para integrar este hábito en vuestras vidas. La constancia y la determinación son clave para superar cualquier dificultad y alcanzar vuestros objetivos.

José Hernández es una fuente inagotable de inspiración y nos recuerda que las metas pueden cambiarse y evolucionar con el tiempo. Su mensaje de perseverancia y constante búsqueda de nuevas metas es algo que todos debemos adoptar en nuestras vidas.

En este camino hacia la realización de nuestros sueños, recordemos que compartiendo nuestros logros y aprendizajes, fortalecemos nuestra comunidad y nos motivamos mutuamente. Por ello, os animo a compartir vuestras fotos o vídeos viendo la película para compartir en mi perfil de Instagram y contagiar a más y más personas de estos buenos hábitos que estamos adquiriendo en esta bonita tribu. Además, os propongo: ver la película «A un millón de millas» en Prime Video y volver a este artículo para compartir vuestras reflexiones. La mía, por si os interesa, es que aunque parecía imposible y la preparación era increíblemente exigente y dura (imaginaos estudiando y entrenado duramente a diario sin tener ninguna base, como era su caso y sin dejar de recibir rechazos y más rechazos…), lejos de frustrarse se tomaba la preparación como un valor agregado a su vida profesional, es decir, sabía que si no lograba ser astronauta, al menos sería un ingeniero mucho más capacitado que antes de intentarlo. ¿Qué os parece si lejos de pensar en que entrenamos para tener un cuerpazo, simplemente somos conscientes de que seremos mujeres con un organismo mejor preparado para enfrentarse a infecciones, enfermedades, al envejecimiento (que aunque os parezca que no llegará) así como a todo tipo de retos que nos va a poner la vida por delante?

Recordar que el viaje hacia nuestro objetivo es largo, pero con determinación, perseverancia y apoyo mutuo, ¡alcanzaremos las estrellas!

Con gratitud y motivación, ¡qué la Salud os acompañe!

Virginia Quetglas
Naturópata y Profesora del Curso “Hogar Consciente”

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