¿Te comerías una naranja lila?

¿Te comerías una naranja lila? Probablemente tu respuesta sea no, porque pensarás que a esa naranja le pasa algo, ¿verdad? Entonces, ¿por qué comes tantos productos llenos de colorantes, conservantes, edulcorantes, acidulantes, potenciadores, espesantes y yo qué se que más que nos ponen en los supuestos «alimentos» que encontramos tan bien colocaditos en los estantes de los supermercados? Te recuerdo que muchos de ellos son sintéticos, cancerígenos o simplemente ni siquiera la industria sabe cómo afectan al organismo. ¡Qué divertido! Es como si fuéramos conejillos de indias en un laboratorio con la diferencia de que como nos vamos a morir un día u otro, como el resto de los mortales, nadie se planteará si de haber seleccionado mejor al hacer la compra, nuestra vida se podría haber alargado unos años más.

No quiero estropear tus recuerdos de infancia revolviéndote las tripas, pero si todavía te gusta comer ositos de gominola o se los compras a tus hijos quizá te gustará saber que la gelatina es un derivado del colágeno que se obtiene de una molécula proteica al hervir el tejido conectivo de animales en agua. ¿Qué quieres que te diga? No es porque no me guste comer alimentos de origen animal, que también, pero es que comer un sucedaneo de los morritos de un cerdo hervidos que con colores brillantes, olores y sabores apetitosos y en forma de corazón, de fresa, de oso o de lo que sea, no me hace mucha ilusión… Y me abstengo de detallar las cantidades de azúcar que contienen porque entonces seré responsable de tu sentimiento de culpa si estás a dieta y os te has comido bolsas y bolsas de estos sin saber lo que estabas metiendo en tu cuerpo.

Y si todavía tienes ganas de seguir leyendo, te pregunto ¿sabes de dónde sale el color púrpura, rojo y rosa, tan bonito, de algunas mermeladas, helados, yogures, zumos, salsas, productos de repostería y un sinfín de cositas que seguro que por desconocimiento has comprado más de una vez? Pues ese color es producto de hervir un pequeño parásito llamado cochinilla, exactamente hirviendo a la hembras a las que se les extrae el abdomen para preparar una tintura de color carmín. ¡Fascinante! Si te está entrando hambre es que no tienes estómago, así que puedes seguir leyendo. Si decides retirarte lo entenderé perfectamente.

¿Te gusta la pizza o el pan de hamburguesa? ¡Qué bien! Entonces te gusta comer pelo humano y plumas de pato. ¿Qué no? La L-Cisteína es un α-aminoácido que funciona como potenciador del sabor y como acondicionador de masa, ideal para pizza, galletas, panecillos, pan, cruasanes, donuts y muchos más. En muchos casos la L-cisteína se sintetiza químicamente en laboratorios, pero parece ser que la mayor parte se extrae o bien de pelo humano o de plumas de pato. Los expertos comentan que la mayoría de la L-cisteína del mercado se obtiene de la compra de cabello a mujeres de China. Y parece ser que en 2012 McDonald’s confirmó que ya no se utilizaría amoníaco en sus productos pero sí continuaría utilizando L-cisteína, aunque únicamente obtenido de plumas de pato. Ahora ya me quedo más tranquila. ¡Gracias McDonald’s!

Del castóreo y la goma laca paso de escribir porque no voy a poder probar bocado en algunos días si lo hago. Así que si te parece interesante lo que estás leyendo, te invito a buscar información en Google.

Estos solo han sido unos ejemplos, pero las tiendas están repletas de alimentos llenitos de aditivos que menguan nuestra vida, nos enferman y atentan contra las normas morales de los que amamos a los animales. Y cuidado porque muchos de ellos también se encuentran en la cosmética que seguramente utilizas a diario.

Joel Fuhrman

Mi consejo es que compres en mercados ecológicos frutas y verduras y prepares platos naturales, nutritivos y sanos pero si crees necesario acudir al supermercado, lee las etiquetas y rechaza todo aquello que contenga aditivos. Será un placer ayudarte si tienes alguna duda al respecto.

Y recuerda que la naranja es de color naranja y el limón es amarillo, si te dieran una naranja lila o un limón azul seguramente los rechazarías . Aunque esto te parezca de sentido común pregúntate entonces, ¿por qué bebes líquidos de color azul, comes sandías cuadradas, kakis sin hueso, patatas con sabor a jamón, tomates que duran dos meses en la nevera, leche sin lactosa y cantidad de alimentos que dentro de unos botes mágicos duran años? ¿Quién está matando a nuestro sentido común?

el rincon de nana by virginia quetglas transgenicos

Con esta reflexión, me despido con todo el cariño del mundo, el que pongo en este blog que espero que te ayude aunque sea un poquito. ¿Alguna duda?

6 comentarios

  1. Gracias 🙂
    Por las etiquetas : «if you can’t read it, don’t eat it», this is a good way to shop in supermarket!
    If you read the ingredients and you don’t understand what this words and sequences of letters means, you can be sure is aditivos (or something bad)! Easy 😉

  2. Me encanta «El rincón de Nana» y me encanta que eduques alimentarse a la gente y yo te lo promociono todo por que me encantas tú y todo lo que haces.Besos mil

    • ¡Esto es lo más! Qué uno de mis actores favoritos me dedique estas palabras, hace que se me caiga la baba… Gracias Dani por valorar mi pequeño granito de arena para ayudar a los seres humanos que buscan ayuda. Besos mil también para ti. A ver si me dan de alta ya y puedo ir a ver tu nuevo espectáculo. I love youuuuuuuu!

  3. Hola Virginia, siempre aportando cosas buenas. La verdad que las estanterías de los supermercados están llenas de cosas que no son alimentos. Tenían que poner muchos impuestos a los productos que no son ecológicos para subenacional los productos ecológicos, así saldría más barato comprar buenos alimentos que veneno.
    Por otra parte, ¿Qué tal va el embarazo?
    Un abrazo

Responder a eugenio Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *