¿Qué harías si descubrieras un tesoro?

Te lo pregunto porque yo descubrí uno y hoy quiero compartirlo contigo. Y es que acabo de entrar en mi blog de cocina sana y he visto que tenía un comentario de un lector, Eugenio diciendo que hacía tiempo que venía entrando y no encontraba nada nuevo y sinceramente no quiero que esto vuelva a ocurrir. Así que en honor a él y a su fidelidad, hoy quiero descubrirte si aún no la conoces, la chía!

¿Qué por qué pienso que las semillas de chía son un tesoro? ¡Veamos después de conocer sus propiedades qué opinas tú!

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  • 7 veces más Omega-3 que el salmón del atlántico
  • 100% más fibra que cualquier cereal
  • 8 veces más fósforo que la leche completa
  • 5 veces más calcio asimilable que la leche
  • 14 veces más magnesio que el brócoli
  • 100% más potasio que los plátanos
  • 2 veces más hierro que la espinaca
  • 3 veces más selenio que el lino
  • Aporta todos los aminoácidos esenciales
  • Es el vegetal con más alto contenido en Omegas

Las semillas de chía son también un aliado valioso para los pacientes con diabetes debido a su capacidad para frenar la rapidez con que nuestro cuerpo convierte los carbohidratos en azúcares simples, controlando los niveles de azúcar en sangre.

Las semillas de chía son muy ricas en ácidos grasos omega-3, las grasas «buenas» que nos protegen contra la inflamación y son importantes para la salud cardíaca y el colesterol.

También son fuente de magnesio, manganeso, cobre, niacina, zinc y otras vitaminas.

De hecho para los aztecas la chía era considerada como un medicamento.

¿Por qué los aztecas la llamaban «la semilla del guerrero»?

Esta preciosa y pequeña semilla, encierra uno de los perfiles nutricionales más completos y equilibrados que existen en el reino vegetal y por ello se la conoce como un superalimento.

La combinación de la proteína completa, vitaminas, minerales y el equilibrio de azúcar en la sangre trabajan juntos para que tengamos una energía constante, evitando sentirnos cansados o decaídos.

Al equilibrar el azúcar en la sangre, no sólo reducimos el riesgo de diabetes tipo 2, también garantizamos una energía constante durante todo el día. Si añades chía a tu comida te ayudará a evitar las subidas y bajadas en el azucar en sangre y regular por tanto la hormona insulina.

La fibra soluble y el revestimiento de gel de la semilla mantiene el colon hidratado y asegura la regularidad intestinal, barriendo literalmente a través del tracto intestinal gracias a la fibra soluble que contienen, disolviendo y eliminando basura acumulada en los intestinos.

Sin gluten. La proteína de la semilla de Chia no contiene gluten lo que la hace apta para celíacos.

Las semillas de chia por sus aceites Omega 3, magnesio y calcio, son de buena ayuda en cualquier tratamiento antinflamatorio.

Ya ves que son excelentes, ahora bien como con todo medicamento deberemos tener precaución con sus contraindicaciones que son mínimas.

¿Quieres que las probemos?

La forma más común de comer chía es mezclando las semillas con agua, zumo o algún alimento líquido, pudiendo absorber muy rápidamente en menos de 10 minutos una gran cantidad de líquido entre 9-12 veces su volumen.

Se formará un gel que puedes agregar a los batidos, mezclar con aliños de ensaladas, postres o simplemente tomarlo a cucharadas. Para hacer la receta del gel mezcla 1/3 de una taza de semillas más 2 tazas de agua y remueve. Lo puedes almacenar en la nevera y utilizarlo cuando quieras.

Si mezclas las semillas con agua y agregas el jugo de un limón y azúcar puedes hacer una bebida conocida en México y América Central como «chia fresca».

También puedes añadir a ensaladas los brotes tiernos de semillas de chia, son fácilmente digeribles y cargados de vitaminas y minerales. O puedes espolvorear las semillas directamente sobre las ensaladas o añadirlas a los cereales o lácteos, o molerlas para agregar a batidos, sopas, etc.

Como las nueces, son bajas en grasas saturadas y no contienen colesterol, pero como todos los frutos secos y semillas son más densos en calorías, por lo que es importante consumirlas con moderación.

Y ya sabido esto, vamos a ponernos manos a la obra con una de mis recetas favoritas,

INGREDIENTES

Una taza de leche de avellanas

2 cucharadas de semillas de chía

1 cucharada de sirope de ágave

1 plátano a rodajas

1 puñado de almendras

5 bayas de goji

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PREPARACIÓN

Pon en un tazón la leche de avellanas o la que a ti más te guste y añade las dos cucharadas de chía. Verás que poco a poco esta empieza a hacer un «moco», no te asustes, justo esa textura es la que buscamos para conseguir los beneficios de los mucílagos de estas semillas. Ahora corta en rodajas el plátano y añádelo junto a las bayas de goji para que se vayan hidratando.

Solo nos falta endulzar con el sirope y añadir las almendras enteras o a trocitos como más te gusten por encima.

Si aún no has conseguido una especie de natilla, espera a que esto suceda en unos 10-20 minutos. Y empieza a disfrutar de un desayuno, merienda o cena completa, sana, rica y diferente.

Como siempre, espero que me cuentes qué tal la experiencia. ¡Y que lo disfrutes!

Fuentes:

http://www.chiasemillas.es

http://mejorconsalud.com

 

6 comentarios

  1. Hola Virginia, muchas gracias por la mención en tu entrada, justo el día de mi cumpleaños…
    sobre la Chía decir que la conozco y la uso, sobre todo en el desayuno mezcladas con cereales.
    Un abrazo. Nos seguimos viendo por aquí.

    • Vaya Eugenio! Mira que yo no creo en las casualidades… Qué ilusión me hace haberte hecho ese regalito… FELICIDADES!
      Como ya conocías la chía, ¿qué te parece si eliges tú mismo el tema del próximo artículo y me pongo con ello?

  2. Hola Virginia, Vaya honor que no merezco, pero si no te importa que escoja, me gustaría saber sobre mas sobre los productos ecológicos, y si un producto que recorre medio mundo para llegar a la tienda se le sigue considerando ecológico.
    Un abrazo.
    Eugenio

    • Hola Eugenio:

      Si te refieres a la chía, el producto como tal sigue siendo ecológico, la logística para que llegue de un país a otro probablemente no. Pero por desgracia aún falta mucho para que esto cambie. De todas formas esta es solo mi opinión. ¿Puedo ayudarte en algo más?

  3. Hola Virginia! Ante todo quería felicitarte por tu blog, pues ha sido un gran descubrimiento para mí y tu optimismo se contagia! Tal vez no sea el sitio adecuado pero tras leer tus posts me he animado a preguntarte algo que lleva tiempo rondándome la cabeza… Es posible que la alimentación afecte también a nuestra calidad de sueño?? A mí lo que me ocurre es que necesito dormir bastantes horas (mínimo 9) para estar bien durante el día…y eso desde pequeña! Los fines de semana, si no me pongo la alarma, puedo dormir 11h del tirón que no me despierto… Mis hábitos alimenticios tal vez no son muy buenos, porque mis padres cocinan casi siempre a base de comidas rápidas (poco grasas pero que les lleven poco tiempo), y variamos muy poco el menú. Además, yo padezco de hipotiroidismo desde hace 11 años (controlado por un médico), y también de hipercolesterolemia (que supuestamente me viene tmb por la tiroides). La cuestión es que por más que me lo propongo, no consigo dormir menos de 10 horas sin estar hecha polvo, y me da rabia porque encima siento que desaprovecho el día… Tú que sabes bastante sobre naturopatía, sabrías orientarme respecto a esto desde un punto de vista diferente al que me dan los médicos (no le dan importancia)? Espero no molestar con este comentario! Muchas gracias!

    • Hola Marta! Disculpa pero no había visto tu comentario. Me alegro de que te guste mi «rinconcito» 😉

      Respecto a lo que me comentas, ¡sin duda la alimentación juega un papel crucial sobre el descanso!

      Sobre el hipotiroidismo, debes seguir controlándolo con tu médico pero ten en cuenta que lo más importante en tu caso es llevar una dieta hipocalórica, es decir, baja en calorías, dada la tendencia a aumentar de peso. Por ello te aconsejo que intentes reducir al máximo el consumo de quesos, grasas y productos refinados, como azúcar y harinas, alcohol, refrescos y bebeidas excitantes. Introduce alimentos ricos en yodo, sobre todo algas, como kombu, nori y wakame. No te olvides de las legumbres y verduras, especialmente las verdes y frutas como el plátano y la pera.

      ¿Has probado el ajo para la hipercolesterolemia?

      Entiendo que los médicos no le den importancia pero tú sí debes dársela. La salud es lo más importante y si tu organismo está cansado es que algo no va bien… Creo que modificando estos hábitos alimenticios puedes notar muchísima mejoría.

      Me gustaría que sigamos en contacto y saber si lo has intentado y qué tal te ha ido.

      Un abrazo Marta y mil gracias por tu comentario y tu confianza.

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