El açaí es un fruto, redondo, de unos 10 milímetros de diámetro, de color morado oscuro, casi negro que recuerda al arándano. Su pulpa conforma solo el 10% de esta baya, el resto es su semilla o hueso. Crece en unas palmeras llamadas Euterpe Oleracea, en forma de racimos. Unos 4 por árbol, con una media de 700 frutos. Lo hace únicamente en estado silvestre, mayoritariamente en la selva lluviosa al norte de Brasil. En estas regiones húmedas y cerca de los ríos, en especial del Amazonas, se alzan los açaizeiros, de unos 25 metros de alto, tronco delgado y ligeramente curvado.
Durante siglos, estas bayas se consumían exclusivamente en la selva tropical de América del Sur, donde constituían y aún hoy en día constituyen un alimento esencial en la dieta de los indígenas del Amazonas.
Pero los propios indígenas las utilizan como medicamento natural para el tratamiento de enfermedades de la piel y para curar males digestivos. Y es que este pequeño fruto está cargado de una gran riqueza de nutrientes. Contiene un gran aporte de antioxidantes, aminoacidos, ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales, proteína y fibra.
Se han llevado a cabo diferentes estudios científicos sobre las propiedades del açaí y sus grandes beneficios para nuestra salud. Por eso yo quiero descubrirte los que me parecen más interesantes:
- Su pulpa contiene una de las mayores concentraciones de antioxidantes (antocianinas, que nos protegen de la oxidación, ayudándonos a luchar contra los radicales libres y por lo tanto a combatir los efectos del envejecimiento) del reino vegetal de 5 veces más que los arándanos y unas 20 veces más que el vino tinto
- Puede ayudarnos a perder peso y adelgazar de forma natural, reduciendo los niveles de colesterol
y regulando el nivel de azúcar en sangre. - Otra de sus principales virtudes es el poder de desintoxicación y limpieza del organismo.
- Las vitaminas A, C (más que los arándanos) y E naturales, que poseen fortalecen el sistema inmunológico, la piel, mejoran la visión ocular y la formación de glóbulos rojos.
- Contiene el complejo de vitamina B (en especial B1, B2, B3) por lo que nuestro sistema nervioso se verá fortalecido.
- Altas dosis de ácidos grasos esenciales omega 3, 6 y 9 (grasas imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo). Nuestro organismo no las fabrica, a pesar de ser sustancias involucradas en funciones vitales, por lo que es necesario consumirlas.
- Por su contenido en fibra, mejora el sistema digestivo y la limpieza del colon. El consumo de 100 gramos de açaí proporciona al organismo cerca de 45 gramos de fibra. De hecho, como ya he comentado, su uso tradicional era el de tratar trastornos digestivos.
- Tiene un alto contenido en proteínas (16 aminoácidos diferentes). Contiene más proteína que le huevo, pero al ser vegetal este no produce colesterol durante su digestión y es más fácil de asimilar por nuestro organismo que la proteína animal. 100 gramos de açaí proporcionan más de 8 gramos de proteína, que es una cantidad muy elevada en comparación con otras frutas o verduras. Por ello se recomienda en dietas vegetarianas y para deportistas de alto rendimiento, ya que da vitalidad, energía y resistencia.
- Puede ayudarnos a mantener sanos el corazón y el tracto intestinal porque contienen tres esteroles vegetales, conocidos como B-sitosterol, campestero y sigmasterol.
- Es una interesante fuente de minerales como; potasio, hierro, calcio, cobre, magnesio y zinc.
- Aumenta la concentración mental.
- Mejora el estado de ánimo.
- Aumenta nuestro vigor y libido (potencia la función sexual).
- Debido a su alto contenido en calcio, funciona como sustituto de la leche. Es ideal para personas con intolerancia a la lactosa. Se ha comprobado que comparado con la leche de vaca, el açaí nos da 4 veces mas energía, 3 veces más lipidos, 7 veces más carbohidratos, 100% más de hierro, 9 veces más vitamina B1, 8 veces más vitamina C y la misma cantidad de proteina y calcio. Por lo tanto, también nos puede ayudar a prevenir la descalcificación y osteoporosis.
- Eleva el nivel de energia, tanto para el cuerpo, como para el cerebro y los tejidos nerviosos, regulando el sistema nervioso central. Ayudando al funcionamiento de las células.
Un superalimento ideal para empezar el día o tomar un tentempié, añadiéndo una cuchada de postre (5 gramos) en agua, zumos, batidos, bebidas vegetales, kéfir, yogures, o espolvoreando en boles de desayuno, cremas, purés, ensaladas…
También puedes elaborar tus propias barritas energéticas, crackers, helados o tartas.
Podemos potenciar su efecto antioxidante combinándolo con cacao crudo y maíz morado.
Empieza a utilizar este espectacular fruto y ¡qué la salud te acompañe!
Virginia Quetglas
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